Zombie

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Sobresaltado abrió sus ojos respirando agitadamente, mirando algo desorientado el techo de su casa.


Suspiro aliviado al notar que el despertar de esa forma no se debía a ninguna pesadilla, si no solo al maldito calor que le hizo despertar sudado y algo sofocado. Tomo su móvil para ver la hora, sonando justo la alarma para empezar el día. Que lastima, esperaba haber podido soñar más.


Como no había ninguna notificación que responder es que se levantó con pereza para ya empezar su típica rutina en su pequeño departamento, ya que no podía costearse más al tener que pagar deudas con las que quedo debido a sus estudios, ya que sus padres cuando descubrieron su orientación es que lo echaron de casa.


Una hora después de ir de un lado para otro es que ya estaba listo para ir con aburrimiento el trabajo, ya no sintiendo nada más que fastidio por el día caluroso que se venía, estando avanzando solo gracias a su modo automático.


A veces pensaba que lo mejor era solo quedarse dormido, ya que el mundo de los sueños era más colorido que su vida, mucho más, pero no quedaba de otra que despertar y enfrentar su realidad.


Llego puntualmente a su trabajo como era habitual – Buenos días – Soltó esas palabras cuando se encontró con sus compañeros de trabajo, como un saludo formal que salía naturalmente de su boca, repitiéndolo ante otros compañeros hasta que finalmente llego a su escritorio, sentándose en su acolchada silla para sacar mecánicamente de su maletín sus cosas para dejarlas en el orden de siempre para ya empezar otro día laboral.


Escuchaba como sus compañeros se quejaban de como aun siendo temprano ya estaba haciendo calor, comentando sobre más tarde ir a por unos helados. De repente entre todos esos murmuros y voces es que escucho una melodiosa risa que conocía, por lo que indiferente miro su pecho y suspiro aliviado por como al fin su corazón había dejado de acelerarse ante cualquier mínima cosa relacionada a él, a Yoon Jeonghan.


Pronto llego el jefe de ellos, apurándoles a ponerles a trabajar recordando en que ámbitos debían avanzar es día, designando distintas tareas para así Joshua ya centrarse en su totalidad en el trabajo, tecleando letras y números al ir ingresando datos, escribiendo informes y reenviando mensajes, siendo eternas horas en donde el dolor de su cuello o espalda le recordaba de vez en cuando estirarse y corregir su posición, para volver a perderse en la pantalla de su computadora.


Estuvo tan focalizado en eso, repitiendo los pasos una y otra vez hasta que por el movimiento a su alrededor es que se percató de que ya era la hora de almuerzo, notando entonces el hambre que tenía y que ya podía confirmar que sus compañeros se aburrieron de molestarle, siendo un pequeño alivio. Pestañeo varias veces algo desorientado para entonces ponerse a guardar el progreso de todo y así levantarse junto a alguna de sus cosas como su billetera y móvil, para salir a comprar algo de comer, en donde al ser viernes es que le tocaba comer alguna hamburguesa.


Cuando iba camino al ascensor es que una voz le hizo detenerse - ¡Hong! ¿Quieres que vayamos a almorzar juntos? – Algo confundido se giró, mirando a la compañera de trabajo que le hablo y sonreía amigablemente. No entendía porque esta quería acercarse a él, ¿Quizás era de esas mujeres que quería tener un amigo gay? Pensando en que responder es que concluyo que era más problemático el negarse, así que por ello asintió resignado.

Seasons of the heart (JIHAN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora