Nace un rencor.

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Nunca olvidaría ese día

La mente le daba vueltas, mientras la estridente música se escuchaba cada vez más intensa. Sus oídos eran víctima del retumbar de la música y su cuerpo lo era de la droga.

Ya ni siquiera coordinaba, los pies se movían solos al ritmo de lo que otros llaman melodía.

¿Qué era eso?.

Esa sensación de plenitud que sentía, se le era familiar, como si alguna vez lo hubiera hecho.

Pero ella nunca había consumido droga, el químico Perturbo-estimulante corría en sus venas no porque ella así lo quería, sino porque se lo habían inyectado contra su voluntad.

Bailaba bajo el efecto del ilícito químico, cuando uno de esos extraños ataques la golpeó. Se volcó al suelo moviéndose de forma involuntaria. Patadas, arcadas y vueltas acompañaban lo que para los espectadores era un divertido show.

Las risas no se hicieron esperar.

¿Cómo les podía parecer divertido ver a una niña de tan sólo 13 años sufriendo bajo las garras de una droga?.

Y repentinamente el ataque cesó, como si no hubiese ocurrido. Sólo el dolor de los golpes que se había producido y los hematomas que estaban surgiendo le eran sus únicos testigos.

-Muy bien, estuvo divertido todo- habló mientras seguia sonriendo el hombre de voz gruesa-. No se cómo lo has hecho Ádam, pero te daré otra oportunidad.

El hombre mayor hizo un leve gesto de molestia al seguir escuchando risas. Sacó su arma, la cargó y todos se callaron.

Excépto uno.

Un poco de sangre le salpicó a la pequeña a pesar de la distancia, pero su mente no captó la gravedad del asunto. Así que siguió bailando, para luego darse unos cuántos golpes contra la pared. La risa del líder de marginados fue la único que retumbó esa vez en la habitación.

-Como decía...-fijó su vista al quinceañero de ropas oscuras- Tienes 168 horas-comentó con tranquilidad- Si falta un sólo dólar, mejor invierte todo lo que me has reunido para comprar un boleto camino a Narnia- se rió de su propio chiste, haciendo que los demás lamebotas rían con él- O espera a que te mande en un vuelo directo al infierno. Tu decides.- le restó importancia al comentario.

-Asi será, señor. le entregaré todo el dinero antes de la fecha.

-Ahora deshaz el espectáculo que armaste.

El peli-negro hizo amago de dirigirse hacia la pre-adolecente, pero esta parecía estar en la cuspide del efecto, en cuestión de segundos pasaba de saltos y gritos a impactarse contra mesas.

Una estridente risa proviniente de Claret los dejó a todos en silencio, el show dejo de ser cómico, los movimientos pasaban de ser autolesiones a agresiones a todo lo que la rodeaba

-¿Y ahora que tiene esa, perra?-comentó uno de los sanguinarios.

Bajó a paso firme a dónde se encontraba la víctima. Su intención fue someter a la niña, pero al minimo roce, esta lanzó lo que pareció un golpe a la boca del estómago del hombre. La sangre brotó de la boca de este y sus ojos se desorbitaron.

El golpe del cuerpo al caer fue lo único que se escuchó, junto a el sonido del ahógo de este. Desde la parte superior de la habitación, un objeto brilló en el abdomen del ahora cadáver.

- La sangre te queda perfecta, pequeña.- el líder parecíasatisfecho, volteó para dirigirse al menor de sus hombres- Sédala y mantenla vigilada. Será tú culpa si algo que diga llega a oídos enemigos- asintió obediente el chico para luego irse a cumplir la orden.

Ese día...Ádam arruinó mi vida.

Odio Rojo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora