Regreso.

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4 años atras/ Hospital Mercy.

- Epilepsia Nerviosa con Visión Anormal- le dijo la enfermera que seguía inspeccionando sus ojos-. Recuerdalo bien, niña porque esa enfermedad te perseguirá el resto de tu vida, pequeña.

Un par de minutos después la joven enfermera dejó la habitación donde estaba hospedada.

"E.N.V.A".

Esas eran las siglas de lo que sea que padecía Claret. Lo poco que pudo entender es que los doctores no pudieron encontrar un nombre exacto para lo que padecía; asique inventaron uno.

Y nada más en eso tomaron un año. En el cual nisiqueira había visto como tal la luz del día y no sabía nada de lo que pasaba fuera de allí.

"Pero es avance".

Por fin le habian dado respuesta a unas de sus preguntas internas... ¿Pero las demás?

Parecía que luego de darle una solución salían a la luz diez problemas más.

¿Que era el E.N.V.A?

¿Se curaba?

¿O estaba condenada a vivir con el?

De solo pensarlo se agobio inmediatamente y sintió que su pecho se oprimía. Esa era una clara señal de que debía calmarse. Luego de la opresión venían los ataques y ella no quería volver a eso.

Así que se acomodó en la cama y se cubrió de pies a cabeza con la ligera sabana esperando como cada día que todo eso fuera una pesadilla.

"Los ataques no, por favor no de nuevo".

Y poco a poco se fue calmando y se quedó dormida.

Tuvieron que pasar incluso años para que Claret tuviera respuestas a sus preguntas, pero es que no bastaba con el nombre de una enfermedad para encontrar lo que quiere. Tenía que aparecer el responsable de todo esto. Y ese era...

.................................○☆○......................................

-Adam.

No podía creer lo que veía, el chico que originó todos sus problemas estaba allí, luego de tanto, pero lo último que le provocó fue alegría.

Aunque no reaccionó de inmediato, de todas formas intento huir, retrocedió unos pasos y se golpeo con el pecho de un hombre que le obstruia el camino, no hizo falta darse la vuelta para saber porque lo hacía. Este la tomó de los hombros y apretó levemente.

Delante de ella vio como con una sonrisilla ladina Adam se divertía de su expresión.

-No será necesario la compañía, conmigo basta y sobra- comentó para los dos hombres que lo seguían, ya seguro de si mismo. Su expresión cambió de repente a una más seria-. Sube, Claret.

Como si fuera prisionero camino a guillotina; La castaña Caminó con agonía hacia el edificio donde reside. Mentalmente esperó que de camino a su apartamento algo impidiera que se quedará a solas con el pelinegro, pero parecía que no estaba de suerte ese día.

Tras las puertas de su pieza el ambiente resultó más tenso todavía. Claret sentía que en cualquier momento Adam iba a sacar un arma y deshacerse del error que venía siendo desde hace 5 años. Aunque en el fondo también esperaba que fuera por otras razones.

"¿Es en serio? ¿Qué otra maldita razón, estúpida?".

El chico estaba recostado en la ventana que estaba frente a la puerta. Mirándola fijamente. Sus ojos y cabello negros sin brillo, su imponente altura y esa contextura delgada lo hacían parecer más joven de lo que era. Las ropas negras a la talla le lucían a la perfección mientras que Claret siempre tenia pinta de recoge latas.

-Tiempo sin verte- el ojinegro saco un cigarro y se dispuso a encenderlo

-Preferiría no volver a verte nunca.- dijo sim pensar y de inmediato se arrepintió.

-No me des ideas-le dio una calada al cigarrillo-, sabes bien que la gente con la que trabajo no se anda con rodeos. Y si me estas insinuando que te saque los ojos, no será un problema.

El pelinegro ladeo su cara un poco y allí Claret pudo notar la dilatación de sus pupilas. Eso fue suficiente para que el miedo pintaron su visión en morado.

"Mantén la calma, no puedes caer delante de él".

-Pensé que la organización tenía palabra- espetó intentando que recuerde el acuerdo que pactaron hace un par de años.

-Ellos sí, yo no tanto-respondió sin pensar- el trato es mantenerte vigilada y eso lo puedo hacer desde el otro lado del mundo... O encima de tí.

La piel de la chica se erizó con sus palabras cargadas de doble sentido.

-¿Q-qué haces aquí? ¿No tienes más nada que hacer que perturbar mi calma?

El chico dió otra calada y expulsó el humo con tranquilidad.

-Por supuesto, porque yo estoy muriendo y resulta que mi último deseo es ver como tus manos tiemblan por mi presencia-comentó sarcástico- no seas tan ingenua. Si estoy aquí es porque tengo que estarlo.

Un silencio se plasmó en el ambiente, a la castaña se le aguaron los ojos y el morado se mezcló un poco con gris y decidió bajar la mirada.

El pelinegro suspiró y aplasto el cigarro que tenía. Con un par de pasos estuvo delante de Claret.

-Estoy muriendo, Claret- le dijo mirando a la nada- Y no te puedo proteger mientras me curo, menos si estás en territorio enemigo.

La castaña se sorprendió por lo que decía el pelinegro. Lo que dejó entre ver no le parecía para nada. Así que en un arebato lo tomó de la camisa y le suplicó:

-Sabes que no huyo de tí, nunca me he comportado mal- se le rompió la voz- ¡No me hagas esto, por favor!

- No tengo otra opción-miró a la nada- No puedo arriesgarme, te quiero cerca.

-¡Maldito egoísta!- golpeó el pecho del ojinegro- Solo te importa no fallarle a tu gente, pero donde quedo yo ¿Hasta cuando me fallas a mí?

La castaña veía como todo cambiaba a naranja, molesta de la situación. Y tras el arrebato dio un golpe tras otro a Adam, como si esto cambiará algo. Este no se movía ni un ápice y dejaba que drenara la rabia.

-Esto es injusto, muy injusto.- golpeo con más fuerza- ¿por qué? ¿por qué? ¿Por qué?

El pelinegro detuvo sus muñecas en el aire rápidamente la guió hacia la pared y susurro en su oído- Por qué más que quererte, te necesito cerca de mí.

Eso sorprendió a la castaña que no forcejeo más con Adam. Este último la soltó, sin más se dirigió a la puerta y antes de Irse le dijo:

-Te veo mañana en la clínica Eleanor con todas tus cosas. A partir de mañana estarás conmigo día y noche allí recluida y te harás pasar por mi pareja para que te dejen entrar.

Y luego se fue. Claret que seguía dándole la espalda a la puerta y se dejó caer en el piso. Todavía no asimilada lo que le estaba pasando.

¿Cómo iba a sobrevivir estando con Adam todos los días?

Una pregunta más para su lista de dudas.

Odio Rojo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora