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6 años atras/Narrador.

-¿Y bien, Claret?- preguntó inquieto el señor- ¿Qué sientes justo ahora?

-¿J-justo ahora?- el señor asiente para la joven. La pequeña sólo levanta la mirada y en sus ojos se ve un brillo que segundos antes no reflejaba- Nada- música para los oídos del señor- ¿Eso esta mal? Tal ves algo de hambre- comentó inocente.

La sonrisa del señor fue aun más grande y no pudo evitar reír ante eso. Todo había salido tal cual lo pensó y ahora podrían pasar al olvido esa horrible temporada, junto a los recuerdo de ese momento.

-Entonces iremos a comer, Clraret. Ya puedes bajarte de allí.

La joven obedeció bajando de un brinco de la mesa metálica donde estuvo sentada desde hace... ¿horas? ¿Minutos? No lo recordaba muy bien, pero no importaba.

-¿Iremos por Adam? Sé que llegó hace poco y no he podido verlo asique-

La puerta principal que estaba sellada fue abierta con brusquedad y ambos gritaron ante el susto ocasionado. El causante del disturbio entró iracundo.

-¡¿Qué mierda estas haciendo?!

El mayor de los tres reflejó una absoluta calma al ver quien era el recién llegado, se tomó un tiempo para analizarlo y luego respondió.

-¿Yo? - le restó importancia mirando hacia otra parte-Nada nuevo, solo mejoro el mundo en el que vivimos, hijo.
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Actualidad/Narrador.

Para la castaña el título de inservible se le fue otorgado desde antes de su concepción. Era algo con lo que al parecer, había nacido.

Cuando estaba en el convento no era buena en nada en lo que la colocaran, no cocinaba, ni limpiaba y mucho menos sabía permanecer dócil y quieta; por esto, a menudo como una especie de chiste era denomidada como chiquillo, envés de chiquilla. Todo eso gracias a que las monjas consideraban que a pesar de tener aspecto frágil digno de una señorita, padecía de un alma de niño rebelde.

Puede que suene ridículo e incluso exagerado, pero la verdad a la chica sí le irritaban esos comentarios, que a sus oídos eran de mal gusto.

¿Cómo crees que se siente que a pesar de ser una nena te traten como si fueras del sexo contrario?

Que aún sabiendo que no le gustaba que la denominaron de esa forma, la contradijeran por mero chiste.

Y más que te valorarán por las habilidades que tienes en algo en lo que definitivamente no eres bueno.

¿Quién dijo que eso está bien?

Por esas situaciones Claret decidió cambiar, aprendió del arte de la cocina, a pesar que no le gustaba; logró tejer, aunque sus dedos no eran lo suficientemente hábiles; incluso copio las actitudes de chicas mejor portadas que ella; en pocas palabras, se comenzó a comportar como la sociedad le gustaba.

Lo hizo porque pensó que le serviría de algo, pero irónicamente a donde llegara siempre era la chica que no llamaba la atención, la equis en la esquina del salón que no merece ni un buenos días.

Siempre camuflada, siempre bien portada.

Fácil de convertir en víctima.

Tanto fingir y colocarse la máscara de good girl hizo que se Adheriera a su rostro y formara parte de ella.

Pero a veces esta máscara se resbala.

Cuando se siente en peligro, o está siendo acorralada, su cuerpo no puede evitar liberar a la fiera que lleva enjaulada dentro. Momentos en donde no quiere ser dócil, ni seguir órdenes, sólo desea sobrevivir.

Odio Rojo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora