Capítulo 4: Secreto

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"Mientras más tiempo escondas tus sentimientos por alguien.

Más fuertes estos se volverán."

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"¿Cómo estuvo su noche Agente Romanoff?" Pregunté mientras entraba a la habitación.

"Mejor que de costumbre" Replicó.

Sólo asentí.

Pasó un momento antes de que se escuchara que alguien tocaba la puerta, se abrió y entró el guardia que había golpeado ayer.

Su cara estaba hinchada, sus ojos casi no se abrían. Tenía muchas heridas y ambos brazos con cabestrillos. La parte inferior de su torso se veía abultada, lo cual significaba que había vendajes en su estómago también. 

"¿Qué?" Pregunte irritada.

"Venía para hacer guardia" Respondió él con miedo.

"Primero, no requiero una audiencia. Segundo, no quiero ver tu cara cerca de mi caso. Ve a buscar alguien más a quien vigilar. AFUERA."

Fue evidente que él estaba aterrorizado, y pronto se fue.

Miré de regreso a ella.

"Quiero saber que estás haciendo" Dijo ella.

Levanté una ceja.

"Me visitaron esta mañana" Continuó.

"No fui informada de eso" Hablé, molestia filtrándose en mi tono.

"Tenían información sobre mí. Información que tú les diste"

"¿Y qué? Ese es mi trabajo" Respondí, aunque sabía a donde quería llegar con esto.

"Toda la información era incorrecta. Pero tú ya sabes eso"

Sonreí.

"Ellos sólo dijeron información, nunca dijeron nada de que debiera ser correcta"

"¿Por qué?" Preguntó ella.

"Necesito información sobre ti para conseguir algo que quiero. Así que es lo que hago. Pero no tengo necesidad ni deseo ayudarlos con sus propias agendas" Hablé.

"¿Entonces me estás ayudando?" Preguntó.

"Me estoy ayudando" Corregí.

"Parece que estás haciendo ambas" Dijo ella.

"La única cosa con la que te ayudaré, será a salir de aquí una vez que haya terminado"

"Puedo hacer eso sola" Aclaró.

"Lo sé, pero los enojaría más  si yo te ayudara"

Hubo un pequeño silencio, antes de que dijera

"No vendré mañana o pasado mañana. Estaré fuera algunos días"

Me miró, su expresión era indescifrable.

Me giré para irme y ella preguntó

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