Capítulo Trece.

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1 mes después.
12/12/21

Había pasado un mes desde que YeonJun tomo ese vuelo a la LA y dejo un pequeño detalle en Seoul.

Su novio, Kang TaeHyun.

A pesar de que TaeHyun estuvo felíz al principio por la idea que ver cumplir uno de los sueños de YeonJun en ir a jugar con grandes atletas en los Estados Unidos, una parte de él se sentía solo sin su hyung al lado. Hoy cumplían dos meses de novios.

¿Cuál era el problema? que YeonJun está lejos, los horarios son diferentes y peor aún, YeonJun está ocupado casi la mayoría de tiempo. Hablan cinco días seguidos y después de eso, nadie vuelve a saber nada del otro, a pesar de eso, TaeHyun sentía un gran vacío en él desde que YeonJun se fue.

Si bien sus amigos decían que no debía preocuparse, YeonJun lo amaba lo suficiente como para dejarlo o engañarlo o dejarlo solo con ese sentimiento.

Justo ahora, TaeHyun caminaba por la frías y solitarias calles de Seúl, había salido de su clase algo tarde debido a que se acercan los exámenes finales y Mark, que era hermano mayor de BeomGyu, se ofreció para ser su tutor por estas semanas.

Con la cabeza mirando hacía abajo, TaeHyun tenía un gorro, una bufanda al rededor del cuello, tres pares de suéters bajo su chamarra de invierno, guantes y pantalones calientitos, sus zapatos eran botas de invierno y de nieve. Sí, la temporada de frío había empezado, era Diciembre y Corea lo sabía. Había un frío inmenso y TaeHyun estaba por las calles sin sentir nada de eso.

Vió muchas parejas abrazarse y arroparse uno al otro mientras sonreían tan contentos y cómodos. TaeHyun quisiera ser ellos para estar con su YeonJun y poder abrigarse juntos.

—Hijo, llegaste. —Dijo su madre mirándolo desde la cocina—. La cena está lista, cámbiate, lávate las manos y ven a comer. —Su madre siempre eran tan dulce y tierna con la familia—.

TaeHyun sonrió y subió a su cuarto para dejar su mochila en su cama y quitar su gorro junto con su bufanda para colgarlas en un gancho y ponerla a mano para mañana. Saco su chamarra y la coloco en su cama para quitar sus guantes y dejarse los suéteres que tenía.

Una vez más, miró al cuarto de YeonJun que quedaba frente suyo, las luces apagadas cuando siempre estaban prendidas, le daba una vibra bastante solitaria al lugar.

Suspiró y salió del cuarto para bajar a comer lo que su madre hizo.

—Hijo, ven rápido, la comida está riquísima. —Dijo su padre con la boca llena—.

—Cariño, ¿qué te he dicho de hablar con la boda llena? —Dijo golpeando levemente el brazo de su esposo—. Es una falta de respeto, no mal influyas a TaeHyunnie.

TaeHyun río levemente y se sentó, al instante su madre le dió su plato de comida y ella tomo asiento ahora.

Era cosa de todos los días.

—Hijo. —Llamó su madre—. ¿Te pasa algo?

TaeHyun la miró confuso:—¿A qué se debe esa pregunta tan rara, mamá?

—No lo sé, tú dime. —Dijo mirándolo—. Desde que YeonJun se fue... Bueno, has estado muy distraído y decaído. ¿En serio te encuentras bien?

Hyung, Está Sudando.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora