Capítulo Catorce.

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TaeHyun:7 años.
YeonJun:9 años.

Los Lunes por la mañana eran los días más desastrosos para el pequeño YeonJun que nueve años que tenía que ir a la escuela como era de costumbre.

¡Mamá, no quiero ir a la escuela! —gritó desde su habitación para que su madre lo escuche y se tapo con las sábanas—.

—¡Estás de vacaciones, YeonJunnie! —Gritó su madre haciendo que YeonJun se levante de su cama y se quede ahí un rato pensando—.

¿Vacaciones? ¡Cierto! ¡Estoy de vacaciones!

El niño se bajó de su cama y se puso sus pantuflas para salir de cuarto y bajar hacía el comedor donde estaba su madre haciendo la comida y se subió a su silla.

—Buenos días para ti, YeonJun. Amaneciste de buen humor. —Dijo la mujer dándole su desayuno al pequeño niño de nueve años sentado en la silla—.

—¿Y papá?

—Papá fue a buscar unas cosas, enseguida regresa. —Dijo besando la cabeza del pequeño—.

YeonJun sonrió y empezó a comer lo que su mamá le había preparado con tanto amor. Sí, YeonJun valoraba mucho la comida de su madre porque estaba hecho con amor y su mamá decía que sí comía podría crecer muy fuerte como Superman.

Y YeonJun quería ser como Superman.

YeonJun era niño bastante juguetón, era de esos niños que no se podían estar quietos ni un segundo porque luego luego se iban y buscaban con que entretenerse

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YeonJun era niño bastante juguetón, era de esos niños que no se podían estar quietos ni un segundo porque luego luego se iban y buscaban con que entretenerse.

Justo ahora, YeonJun estaba jugando en el jardín delantero de su casa con su pelota y muñecos que su papá le había traído para que YeonJun se entrega.

Un camión y un auto se estacionó en la casa de al lado de él. Rasco su cabeza y se quedó viendo como hombres bajaban cosas de la camioneta y unos adultos salían de auto. El señor abrió la puerta de atrás dejando ver a un niño abrazando un gatito entre sus bracitos. El niño miraba la casa con temor mientras acariciaba al gatito y sus padres iban a ver en interior de la casa.

—¿Vecinos nuevos? —Susurro el niño y miró al niño de nuevo—.

Cuando lo volvió a ver, sintió una chispa en su interior, el niño era bajito con un corte bastante lindo y un tono de piel canela. Sus ojitos, naricita y boca de perfíl se veían realmente lindas. Hasta que el pequeño niño gato volteo a verlo y el niño de nuevo años desvío la mirada huyendo y metiéndose a su casa.

—¡Jjunnie? —Preguntó su padre—. ¿Qué tienes, hijo?

YeonJun se subió al sofá que daba a la gran ventana y ahí pudo observar como el niño dejaba al gato en el césped y se iba adentro de la casa.

Hyung, Está Sudando.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora