ᴏᴏ. ■ ℱ𝐼𝑅𝐸 ℬ𝑂𝑂𝐷 ❪ 𝘵𝘦𝘦𝘯 𝘸𝘰𝘭𝘧 ❫
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❛don't blame me, love made me crazy. if it doesn't, you ain't doin' it right. lord, save me, my drug is my baby. i'll be usin' for the rest of my life. don't blame me, love made me crazy. if it do...
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Temporada 3A // Episodio 11
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Desperté junto a la cama de Lucca. Me había quedado dormida contándole todo lo que paso. Miré los monitores cardiacos y toda estaba normal, miré la hora que era, dos horas para volver a la escuela. Genial.
Me fuí a la ducha, después me puse un jeans de mezclilla, un top crop rojo, unas zapatillas deportivas y una chaqueta de cuero de Carina.
Bajé a hacerme el desayuno, pero no tenía hambre así que le di la medicina a Lucca. Subí de nuevo a habitación y con una toalla fría le paso la medicina por la frente, pecho y brazos, esta medicina estaba hecha por Carina, con muchas plantas y agua de extraña procedencia, hizo una mezcla medicinal para Lucca.
—Voy a encontar la forma de que despiertes, Lucca —dije —. Lo prometo.
Después de veinte minutos se lo removí y fuí a ordenar mi mochila para la escuela. Tomé mi celular y lo guarde, derrepente me vino una idea
¡El hechizo de localización!
Fuí rápido a la habitación de Carina y tome un collar con una foto en donde estaba Luna y Lewis junto a ella, baje las escaleras y tomé un mapa que teníamos en el cajón de cosas importantes.
Estiré el mapa y con un cuchillo corte un poco mi dedo vertiendolo en el mapa y tomé el collar para comenzar a recitar hechizo, pero el mapa voló junto al collar, volví a estirarlo y con la sangre escrita decía.
—«No vengas por mi, Andrea» —Leí. Suspiré aliviada al saber que mínimo mi tía aún estaba viva.
Stiles llegó a la casa y me fuí con el en el Jeep, aún no aprendía a conducir y mientras Lucca estaba en coma, Stiles me llevaba a la escuela.
Al llegar veo a Lydia, corrí a abrazarla y ella me devolvió el abrazo.
—¿Cómo estas? —pregunté.
—Mejor, ¿y tú?, me entere de lo que paso —dijo Lydia. Yo sonreí apenas y me fuí a mi casillero.
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—¿Estás bien? —La voz de alguien me hizo salir de mis pensamientos.
—Si, ¿por? —pregunté y ví que era Mason.
—Porque llevás veinte minutos parada viendo tu casillero y te ves palida —respondió. Guardé mi mochila y mi teléfono en mi chaqueta.
—Si, solo estoy un poco desconcentrada Mason, eso es todo —dije.
—¿Has comido? —preguntó, y yo fruncí el seño.
—No tomé desayuno, no tenía hambre —respondí. Él sacó un paquete de galletas oreo.
