Es hermoso despertar con un hombre a mi lado, un hermoso chavo como Rodrigo. Para mi fortuna siempre duerme desnudo, y por las mañanas aprovecho para tocarlo y jugar con sus figuras, su pene erecto y oler su cuello. Creo que tenemos una relación formal, aunque no perdemos el tiempo cuando de nuestro jardinero se trata y, siempre que nos llama corremos para saborearlo juntos. Sin embargo hay ocaciones que hace cosas un poco intensas, como anoche, cuando se le ocurrió que quería verme gritar y me metió un dildo a la vez que su pene. En efecto, me hizo gritar, pero no sabes cuanto lo disfruté.
Hoy por la mañana desperte excitado luego de un sueño en donde lo hacía con varios hombres en una casa vieja y abandonada. Me giré de inmediato para ver a Rodrigo y saborear su cuerpo. El se despertó casi al mismo tiempo que yo y adivinó mis intenciones de coger. Ni siquiera perdimos el tiempo y comenzamos a besarnos. ¡Que rico huele! Una combinacion de su perfume y el sudor de anoche. Hundí mi cara en su cuello sin temor a nada y comencé a morderlo y dejarle chupetones.
—Andas bien caliente —me dijo masajeando mi pene.
—Es que tu me pones así.
Nos besamos por largo rato sin hacer nada mas que pasar nuestra saliva el uno al otro. Luego me bajé lamiendo cada parte de su cuerpo, como.me gusta lamer a los hombres, es mi forma de decir que me encantan sus cuerpos, hasta llegar a su pene, le arranqué varios pelos con mis dientes y me devoré los hermosos testiculos. Estabamos sucios lueho de anoche y el olor de su pene usado me prendió más.
No obstante, me di cuenta de que la calentura se terminó muy pronto y comencé a aburrirme.
—¿Que te pasa wey, por qué te detienes?
—Ya se me pasó.
—¡No mames! Primero me calientas y luego te rajas. Pues no, culero, ahora lo hacemos.
Con toda su fuerza se abalanzó sobre mi y puso su pene sobre el mio para masgurbarlos juntos. Ese arranque de violencia me volvió a excitar, y cuando el se pone asi no me puedo negar a complacerlo. Para prender aún mas las cosas, comenzo a escupirme en la cara mientras me lamía.
—Tengo que ir a trabajar —le dije entre gemidos.
—Me vale verga, primero nuestro mañanero.
Sentados sobre la cama nos besabamos, el me pasaba toda su saliva, hasta que se horreaba sobre nuestros penes juntos. Yo lo abrazaba y aproveché para rasguñar su espalda.
—¡Asi... así, no pares!
Le encanta escucharme gemir, dice que le excita mas.
Me mordió fuerte el cuello, tanto que me separé de el, pero su fuerza sobre la mia es inequiparable, por mas que me queje siempre me somete a su voluntad, no negare que me gusta pero a veces creo que no está bien.
—Tu empezaste co las mordidas, asi que no te quejes, pinche putito.
Me monté sobre él para restregar mis testiculos sobre los de el, me movia suave pero fuerte sobre su pene, el movimiento de caderas que mas me gusta y sobre todo viendo su cara de placer, sus gemidos y la forma varonil de su cuerpo. Acaricio sus pectorales, los rasguño y me inclino para besar ese cuerpo hermoso sin para de moverme sobre el esperando que ocurra, y entonces, se corrió sobre su abdomen.
Yo sigo cargado asi que me quito de encima para comerme ese semen y untarle el resto en su cuerpo para que se le impregne ese aroma delicioso, el mejor olor que existe en este mundo.
—No mames, yo si queria que durara —se quejó— ni modo, me tengo que bañar.
Pero no lo permito, opongo resistencia y le supligo como el putito que soy que me deje probar algo nuevo.
—Pues si quieres, deja que se me levante otra vez.
Con él no es ningún problema, no seria la primera vez que se corre dos veces cuando cojemos, segun él dice que la segunda vez se siente mas rico. Pero mi labor no termina, tengo que estimularlo para que ese hermoso pene vuelva a renacer y comienzo lamiendole las axilas, los pesones y su pecho, todo su cuerpo, que me encanta deborar, hasta que vuelvo a sentir como su pene se levanta y jugamos espadazos un ratito.
—Que rica verga tienes.
—Y toda para ti, que envidia.
Volvemos a la acción de inmediago pero entonces a mí se me ocurre que quiero variar un poco los juegos asi que le suplico que me deje penetrarlo a mi. Al principio se niega, diciendo que eso no es para el. El pene se le mete a las mujeres y a los maricones como yo.
—Tenemos sexo casi diario, me vas a decir que no eres maricón.
—No, yo soy un macho para maricas.
Luego de suplicarle mientras lo masturbo con mis pies, accede pero amos despacio.
La posicion que mas me gusta es sentarme frente a el para asi bestnos mientras me coge pero ahora seria mientras yo me lo cojo. El se mo ta sobre mi, es curioso porque ho soy delgadito y el está bien musculoso, asi que la vision mental puede ser rara.
Siento la gloria cuando por fin mi pene entra en su ano y el no deja de gemir pues la sensacion, la primera vez, es extraña, pero poco a poco se va acoplando y yo subo la intensidad.
—¡Wow! Se siente raro.
—¿Quieres que siga?
—Si... si, no dejes de hacerlo.
Ver temblar a un macho como Rodrigo me volvía cada vez mas loco. Nunca había penetrado a alguien y ahora sé que la sensacion es increible, sentir como su interior se cierra sobre la cabeza de mi pene me hacía retorcer de placer. Apretaba yo sus enormes bracios y me acercaba a el para sentir su aliento en mi cara y su lengua se paseaba por mis labios y subia por toda mi cara, mojandome con su saliva que es preciosa para mi. Como no tengo mucha fuerza comenzaba a cansarme intentando ser igual de vigoroso que el. Hundí mi cara entre sus pectorales, amaba ese pecho desnudoby terso y no podia dejar de chuparle los pezones. ¡aque delicia de hombre! Pero que pesado, no podia mantener el ritmo con el que el me cogia, abrazandome y luego me animo el hecho de saber que el lo estaba disfrutando.
—Que rico lo haces, metela mas adentro....
Pero ya no podía soportarlo asi que lo tumbé sobre la camaby decidi mejor continuar con el trabajo de meter y sacar mi pene sobre él. De pronto la lujuria se convirtió en una ternura incontenible y las ganas que tenia de hacerlo cada vez mas sucio se convirtieron en un deseo insaciable por complacer a mi compañero.
—Te amo —le dije sin pensarlo, él me rodeaba el cuello con sus brazos.
—Te amo más, por favor correte dentro de mi.
El mete-saca se convirtió entonces en unas embestidas que me costaban trabajo, cada vez mas lento pero mas vigoroso hasta que sentí el cosquilleo recorrer mi vientre hasta liberarse en la punta con todo el placer del mundo, y no me detuve hasta que me dejó completamente seco.
Entonces el se monto sobre mi pecho sacudiendo su verga, golpeandome la cara con ella mientras se masturbaba y el semen que había dejado en su interior escurria sobre mi.
Sus gemidos al masturbarse me llenaron de vigor otra vez y el no dejaba de retorcerse de placer hasta que eyaculo como una bomba en mi cara. Completamente mojado, hasta el cabello, se agacho para compartir un beso con su semen en mi cara, el cual limpiaba con su lengua y luego dejaba caer dentro de mi boca.
—¿Se siente bien penetrar putitos?
—Que rico fue.
—Pero no te acostumbres, que aquí soy yo el macho y mi pene seguira dentro de tu culito.
Rodrigo se echo un rato a mi lado y asi estuvimos un rato abrazados, yo no queria dejar de tocarlo, ese cuerpo hermoso, musculoso y su rostro hermoso, pero ambos teniamos que ir a trabajar. Tomamos una ducha juntos mientras planeabamos lo que le hariamos a nuestro jardinero cuando lo vieramos, y de tanto pensarlo nuestros penes chocaban de lo exvitados que estabamos. Hubieramos continuado en la ducha y luego de la ducha y a cualquier hora, tal vez se convierta en una adicción al sexo que no podemos contener siempre, no quiero trabajar, ni dormir ni hacer nad que revolcarme con Rodrigo cada vez que lo veo desnudo y cada vez que me toca.

ESTÁS LEYENDO
Relatos eroticos Gay
RomanceNada de esto es real, solo historias falsas, fantasias sexuales que algún día me gustaria cumplir, para entretener y provocar alguna ereccion de todo lo que puedo imaginar