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Aguardaba en la estación de trenes, su viaje era corto, pero el tiempo de espera era una eternidad.
Expulsó su último aliento de humo antes de lanzarlo al suelo y pisarlo, ese era el último cigarro.
Estaba nerviosa, las cosas con Duncan habían terminado mal y ella solo quería largarse.
Guardo sus manos en los bolsillos de su ropa y busco su teléfono.
Nada.
Ni una llamada.
Ni un mensaje.
Duncan también parecía dispuesto a olvidarla, aunque sea mínimo esperaba un adiós, pero no, las cosas no eran una película y el no entraría corriendo a buscarla y rogarle que se quedará.
Su tren había llegado, su mirada sin evitarlo lo busco por todas partes, el no estaba ahí.
Subió y tomo su asiento, el transcurso de su viaje fue aburrido eso hasta que sintió vibrar su celular.
Ansiosa lo reviso, solo talvez...
"Espacio de almacenamiento lleno"
¿Qué mierda? Enojada entro a su galería y el sentimiento la embargo.
Una débil lágrima resbalo por su mejilla y eso fue lo único que lloro por él, por el y sus recuerdos juntos.
El tren se detuvo y Courtney tomo sus cosas.
Ese viaje había sido una locura, una locura que jamás olvidaría, jamás lo olvidaría.
Duncan, el chico de los refrescos.
Su amigo, su deseo y su locura...
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Sweet-Danielle
