Llamando A La Oscuridad

8

NO ES LO QUE PARECE

Becca

Se despidió de mí con la mano, espero que no le pase nada.

Becca céntrate, debemos buscar al doctor Brown. Comencé a gatear por los conductos, no sabía exactamente a quien debía encontrar.
Estaba algo desconcentrada, Akael acababa de matar a Will... ante mis ojos, no literalmente porque no estaba mirando, pero ya me entendéis. Quité rápido esos pensamientos de mi cabeza y seguí gateando.

No sé si era por los nervios o la presión pero me estaba comenzando a costar mucho respirar.
Llevaba unos quince metros a gatas y por fin vi una trampilla de luz. Había unos enfermeros.

—Recibido cambio—dijo uno de ellos por el walkie—Vamos a seguir mirando por las siguientes plantas cambio y corto-apretó de nuevo el botón y siguió su camino con su compañero.

Pasé la trampilla con cuidado y vi una bajada, supuse que llegaba a las plantas de abajo. No sabía muy bien donde tenía que llegar ni donde tenía que ir, pero lo que sabía es que debía de darme prisa.

Intenté bajar con cuidado pero termine cayendo a los conductos de la siguiente planta con un ruido estruendoso.

Joder, me di en toda la cabeza con una de las paredes. Me toqué la cabeza con cuidado... seguro que me había hecho un pequeño chichón. No le presté más atención a mi herida y seguí hacía delante.
Aunque dudé si alguien habría escuchado mi caída, esperaba que no.

No sabía exactamente donde tenía que ir ni donde estaba. Opté por bajar una planta más y salir por el primer conducto de ventilación que vi. La luz había vuelto.

Salí en la primera planta, donde estaban los comedores, los despachos de los psicólogos y recepción.

Me dirigí a recepción para preguntarle a la señora de allí dónde estaba el doctor Brown, pero no había nadie. Genial.

Me metí en su despacho, pero tampoco había nadie. ¿Qué cojones estaba pasando en este puñetero hospital?

Salí y vi a un agente de policía a mitad del pasillo. Fui a esconderme pero al intentar cerrar la puerta, esta crujio por la falta de aceite y resonó en todo el pasillo. El policía miró en mi dirección perplejo y vino hacía mí corriendo. Era la persona con más suerte en el mundo.

Empecé a correr en dirección contraria, pero en esta planta nunca había estado, así que no sabía muy bien por donde tenía que ir.

—Becca, espera, no te voy a hacer daño—chilló el agente acercándose despacio y con las manos en los bolsillos—

—¿Cómo puedo asegurarme de eso?—me di la vuelta y empecé a retroceder poco a poco—

—¿Buscas al doctor Brown?—yo asentí—Estaba conmigo escondido, te vimos y decidí salir a por ti—

Eso me relajó un poco y paré de retroceder.

—Me ha mandado Akael a buscarlo—dije a modo de explicación—No sé que coño está pasando—

—Lo sabemos, tranquila. Ven—

Decidí confiar en él y me acerqué.

—Tenemos que ir a por Akael, él está en la segunda planta y...—me cortó—