Prologo

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Un segundo.

Eso es lo que se necesita para que todo cambie.

Y no hay forma de cambiar el final.

Un segundo.

Un segundo de victoria por haber ganado la batalla, y al otro segundo te das cuenta de que no todo es así. Que en cada batalla, algo se pierde.

En mi caso, mi vida.

Muchas películas suelen mostrar como a los personajes en flashes recuerdan sus experiencias más significativas.

Ven la vida pasar por sus ojos

Conmigo no pasó exactamente eso, sino que fue diferente.

Luego de sentir ese cuchillo atravesarme, me vi envuelta en oscuridad. Podía sentir como me tocaban la herida y me hablaban tratando de orientarme. Pero yo solo sentía una cosa.

Oscuridad.

Una bruma rodeándome por completo durante varios segundos, hasta que la vi.

Luz.

Aquella luz que ilumino la oscuridad en la que me encontraba envuelta. Era hermosa y muy atrayente. Tanto que comencé a caminar hacia ella.

Muchos suelen pensar que aquella luz, es la entrada al más allá.

A una mejor vida.

O eso creí.

Mestizos: El despertar de la sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora