𝖛𝖎𝖚𝖉𝖆 𝖓𝖊𝖌𝖗𝖆 - (𝕳𝖆𝖗𝖗𝖞 𝕻𝖔𝖙𝖙𝖊𝖗 | 𝕻𝖊𝖗𝖈𝖞 𝕵𝖆𝖈𝖐𝖘𝖔𝖓)

- 8. CAPTURAMOS UNA BANDERA -

8. CAPTURAMOS UNA BANDERA

Los siguientes días me acomodé a una rutina que me parecía casi normal si no se cuenta el hecho de que estaba recibiendo lecciones de sátiros, ninfas y un centauro.

"Si es raro sólo escuchar, ¿te imaginas verlos de verdad?" dijo Ron a Harry, Hermione y Ginny. Todas las mañanas recibía clases de griego antiguo de Annabeth, y hablábamos de los dioses y las diosas en tiempo presente, lo cual era un poco raro. Descubrí que Annabeth tenía razón sobre mi dislexia: El griego antiguo no era tan difícil de leer para mí. Al menos, no más difícil que el inglés. Después de un par de mañanas, podía leer a trompicones unas cuantas líneas de Homero sin demasiado dolor de cabeza.

"Ojalá pudiera aprender a hablar griego". Hermione suspiró con deseo.

El resto del día, fui rotando por actividades al aire libre, buscando algo que se me diera bien. Quirón trató de enseñarme tiro con arco, pero descubrimos rápidamente que no era bueno con el arco y las flechas. No se quejó, ni siquiera cuando tuvo que sacar una flecha perdida de su cola.

Algunos estudiantes se rieron de eso. El tal Percy era bastante gracioso.

¿Carrera de pies? Tampoco era bueno. Los instructores de las ninfas del bosque me dejaron en evidencia. Me dijeron que no me preocupara. Tenían siglos de práctica huyendo de dioses enfermos de amor. Pero aún así, era un poco humillante ser más lento que un árbol.

"Los árboles no pueden hacer eso", dijo James negando.

¿Y la lucha libre? Olvídalo. Cada vez que me subía a la colchoneta, Clarisse me pulverizaba.

"¿Por qué nadie hace nada?" Preguntó Molly enfadada.

"Hay más de donde vino eso, gamberro", me murmuraba al oído.

Lo único en lo que destacaba era en el piragüismo, y eso no era el tipo de habilidad heroica que la gente esperaba ver en el chico que había vencido al Minotauro.

"Por supuesto, es literalmente el hijo del Dios del mar", murmuró Bellatrix.

Sabía que los campistas mayores y los consejeros me estaban mirando, tratando de decidir quién era mi padre,

"Pero, es tan obvio", dijo Remus incrédulo.

pero no lo tenían fácil. Yo no era tan fuerte como los chicos de Ares, ni tan bueno en el tiro con arco como los de Apolo. No tenía la habilidad de Hefesto con la metalurgia ni -Dios no lo quiera- la de Dionisio con las plantas de vid. Luke me dijo que yo podría ser un hijo de Hermes, una especie de "gato de todos los oficios, maestro de ninguno". Pero tuve la sensación de que sólo quería hacerme sentir mejor.