C I N C O

254 24 1
                                    

𝐇𝐚𝐩𝐩𝐢𝐞𝐫 𝐓𝐡𝐚𝐧 𝐄𝐯𝐞𝐫

Pt. 2

"Todo se siente tan cálido, no se dónde estoy pero no importa, me siento tan llena de felicidad, me gusta este lugar"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"Todo se siente tan cálido, no se dónde estoy pero no importa, me siento tan llena de felicidad, me gusta este lugar"...

.
.
.
.
.

Naoko Kato.

Hoy, "hoy sería el mejor día" fue lo primero que pensé al despertar. Me maquille y me vestí con lo mejor que pude, hoy visitaría a mi suegra y pasaria el día con mi novio y su familia, mi novio era el orgullo de su familia, y siempre quise dar una buena impresión. Salí de mi departamento al estacionamiento, algo me daba un mal presentimiento, algo me alertó, sentía la mirada de alguien. Después supe que no estaba mal, tenía a alguien detrás de mi, camine lo más rápido que pude para llegar a mi auto y estar a salvo. Pero tuve mala suerte, el desconocido ya me tenía en sus brazos como si me estuviera abrazando, era demasiado alto y no podía ver su cara, tampoco podía gritar porque su mano evitaba que lo hiciera, la cercanía me hacía notar el olor a tabaco que estaba impregnado en su ropa y el aliento de alcohol me asustaba aún más.

— Te he extrañado tanto — sollozó el desconocido. No lo puse soportar, no quería, apenas pasaban dos días de publicar mi relación y apareciste de nuevo. No aguanté y solté lágrimas, de verdad no te había creído que en verdad vendrías por mi. — Naoko, dime qué tú también me extrañaste — no era justo, aparecías y me tenías inmóvil solo para hacerme decir algo estupido. Estabas borracho y no quería causar un escandalo en el estacionamiento.

— Shuji — fue lo único que logré decir, sentía miedo, y aún estaba en shock.

— No pude soportarlo, dime qué lo que dicen es mentira. — era la primera vez que te escuchaba llorar.

No podía mentir tampoco, te quise enfrentar de la mejor manera por mi propio bien — Por favor Shuji, vayamos a otro lado, aquí no — pedí amable, no sabía si cederías pero lo hiciste, tal vez por los efectos del alcohol o tal vez fue porque de verdad me extrañabas, soltarse el agarre y te pude ver completo, tu cabello había crecido demasiado y te veías muy diferente a lo que conocí, pero tus ojos seguían siendo los mismos. Desconfias de mi, por eso pediste manejar a un lugar donde no te vieran como sospechoso, lo que no me esperaba era que te habrías adelantado y hacerme ir en el asiento del copiloto de mi auto fue tu idea, yo solo acepte por miedo a lo que me harías. Para estar borracho manejabas bien pero aún estaba alerta aunque ya estuvieras calmado.

— Ahora dime, dime qué es mentira que tienes un compromiso con aquel. — rompiste el silencio. Fue lo que me desconcertó, pensaba hablarlo fuera del auto pero volviste adelantarte, nunca confiaste en mi Shuji.

— Es verdad, no puedo decir lo contrario — se que estaba temblando, estar con un tipo peligroso conduciendo mi auto me aterraba, pero tome fuerzas para hablarte claro.

Me diste esa mirada de decepción.
— Creí que ya te había dicho, te pase que hicieras tu teatro de cantante, pero no porque sea un fugitivo significa que me olvidé de ti. — ya no querías mirarme y eso me hizo sentir mejor porque no quería sentir como tú odio me traspasaba.

— Yo tenía que continuar, Hanma, yo no tuve nada que ver con lo que pasó, demasiado hice como para que la policía me dejara en paz — mire a la ventana tratando de no mostrar mi cara.

— Hanma — se nombró a si mismo. Y ahí fue cuando sentí su mirada, voltee para ver, y su semblante estaba diferente, esa cara era la que más me aterraba. No pude evitarlo así que mi propio instinto me hizo abrir la puerta del auto y salir por ella. De ahí todo se volvió oscuro, creo que no fue como planee, caí de una mala manera o algo me arrollo. No sentía mi cuerpo ni podía ver solo escuchar a lo lejos como el auto daba freno cerca mío y luego te escuché a ti gritar mi nombre, creo que ahora empecé a conocer a otro Hanma.
...

Mi niñez no fue la mejor, tenía muy pocos amigos, y la mayoría se negaba hablarme por mi apariencia, mi mamá nunca me daba atención, mi padre nunca estaba en casa y cuando lo estaba se la pasaba de malhumorado con mamá pero conmigo no.

Mi padre se fue de casa cuando cumplí los seis, en mi inocencia nunca lo entendí, solo supe que estaba mal que lo hiciera pues ahora todo el tiempo me la pasaba escondiéndome de mi madre para evitar sus regaños y golpes.

Cuando entre a secundaria entendí porque mi papá se había ido, lo vi con otra familia, no me puse triste, solo comprendí que era lo mejor para aquel pequeño niño sonriente. Luego conocí a Dai, la mejor amiga que pude tener, su compañía me hacía el día, y cada vez que me apoyaba me motivaba.

Después, apareciste tú, en una noche de invierno de año nuevo, me salvaste, y me odie por ser tan agradecida contigo, tal vez no lo notaste pero de verdad me gustaste, podía ver qué necesitabas atención, solo que no me trataste como pensé, aún así de muchos momentos pocos fueron buenos, como cada vez que me defendías o me cuidabas cada vez que iba o regresaba de la escuela.
Pero, eso solo fue el inicio, me empezaste a humillar de miles de formas, las mejores que me lleve eran cuando estábamos a solas, y las peores cuando me llevabas con tus amigos, bien sabías lo que me aterraba la gente con intenciones pervertidas, así que me llevabas a esos lugares para probar mi fidelidad. A mí nunca me besaste o acariciaste, solo una vez intentaste besarme, después de eso evitabas hacerlo, aunque yo siempre quise darte mi primer beso ahora agradezco no haberte lo dado.

Me jodía que querías probar mi fidelidad pero nunca me diste la tuya, te descubrí muchas veces pero nunca me enfrente por miedo.

Me dabas cachetadas cada vez que se te daba la gana, nunca te di razones pero lo hacías por diversión. Me tomabas de sorpresa cada vez que me soplabas el humo de tus cigarros y me preocupaba la habilidad que tenías de fumar todo el tiempo a tu corta edad pero tú ignorabas cuando te lo decía y te ibas de dónde estábamos. Odiabas que me preocupara pero como no hacerlo si fueron muchas las veces que llegaste herido o borracho.

Y por último cuando te fuiste por ser cómplice de asesinato, haber escuchado esa noticia de ti en verdad me asusto mucho, no sabía que decir, solo dijiste lo que dijiste y te desapareciste luego de amenazarme.

Pase el resto de los años sin ti y conocí nuevas cosas y personas, me volví famosa y encontré un hogar y familia.

"— Cuando estás lejos, Soy más feliz que nunca"

De ahí todo se volvió blanco y tranquilizador.
Todo se siente tan cálido, no se dónde estoy pero no importa, me siento tan llena de felicidad, me gusta este lugar.

.
.
.
.
.
.
.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝐻𝒶𝓅𝓅𝒾𝑒𝓇 𝒯𝒽𝒶𝓃 𝐸𝓋𝑒𝓇 • 𝐻𝒶𝓃𝓂𝒶 𝒮𝒽𝓊𝒿𝒾 × 𝒪𝒞 𝐹𝐸𝑀 • 𝒯𝑅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora