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Para Shuji, El hombre al que amo y al mismo tiempo odio...
No sé cómo empezar... Te has ido, y todo me está saliendo mal, no debería, pero te extraño, te volviste indispensable en mi tiempo apesar de todo, apesar del daño que me hiciste y del que no creo recuperarme. Aún tengo miedo, tengo miedo de escribir aunque se que nunca lo leerás, tengo miedo de volver a mi vida de antes de conocerte, tengo tanto miedo que no se si sea correcto seguir viviendo. Me preguntó, si eras conciente del daño que me hacías, de las veces que me golpeabas o me humillabas en frente de tus amigos, y como último siempre te disculpabas dándome un abrazo que sentía sincero, no sé si me arrepiento de estar contigo, aún no logro darme cuenta si de verdad te importaba. Y es que soy muy tonta, más de lo que me decías, me doy cuenta porque siempre me lo advertiste, pero en verdad nunca lo entendí porque decías que me querías, espero que te vaya muy bien y si cambias tal vez quiera conocerte de nuevo.
Kato Naoko
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Para Hanma Shuji:
A diferencia de la primera carta, ya no tengo miedo, ahora pienso escribirte como día de tu cumpleaños para desahogarme. Hanma he aprendido a superarte, aún estoy herida, pero ahora me siento mejor de que no estés cerca, ha pasado más de un año de que te has ido y como me abandonaste busque volver a hablar con Dai, no se porque te hice caso y olvide lo que ella significaba para mí, conseguí ayuda, también mi mamá ya no puede hacerme nada, de todas formas gracias por haberla pues en su lugar antes –Aún recuerdo cómo ese día estuvimos a punto de hacer algo, tú estabas nervioso al igual que yo, pero llegó ella, lo único que agradecí fue que no nos haya encontrado en una posición extraña, aún después de llegar y ver qué estabas me gritó por tener un hombre en casa y me trató como puta, lo peor es que me hizo llorar frente a ti, pero ese no fue lo peor, si no que olvidé que estabas ahí y te enojaste porque fuimos interrumpidos, yo llorando y tú asfixiando a mi madre, y lo sé, se que todo estaría bien si dejaba que muriera, pero no quería ser parte de eso, ahí fue cuando me lleve la primera cachetada de tu parte– después de lo que le hiciste nunca me volvió a hablar y ahora menos lo hará ya que me mudé con mi padre y su familia, trataré de no ser una molestia y me portare bien.
