Maddie Cameron, melliza de Sarah Cameron, mejor amiga de John B y JJ Maybank desde segundo grado.
Es una persona muy sarcástica, orgullosa, competitiva y para nada sentimental. De hecho, detesta lo sentimental, romantico y todo lo que tenga que ver...
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John b se encontraba en la punta del techo de una construcción en proceso, mientras hacía equilibrio en un solo pie a la misma vez que tomaba cerveza.
— ¿Que es, una caída de tres pisos? Te doy una posibilidad entre tres de sobrevivir — comentó Pope.
— Mmmhh — susurró mientras se lamía el dedo y lo levantaba por los aires, a la vez que sus cabellos eran revueltos por las corrientes ventosas que por allí pasaban — ¿Debería hacerlo? — preguntó.
— No te dan los huevos — respondió con burla la pelirroja, mientras bebía su cerveza, pero al ver que esta se había terminado, agarro la del ojiceleste que estaba a su lado, y la dio un largo sorbo.
— Cállate — habló siguiéndola JB, mientras le regalaba su dedo mayor, causando que la ojiverde riera.
— Más vale que me traigas otra — exigió el rubio al ver que la chica se había terminado su cerveza.
La chica sin rechistar y sin decir una sola palabra, se levanto y se dirigió hacia donde estaban las cervezas. Curvó ligeramente las comisuras de sus labios hacia arriba al ver que solo quedaba una bebida, por lo cuál se acercó y con una sonrisa victoriosa, la agarró.
— Si, deberías saltar, te dispararé cuando caigas — dijo el moreno al de pecas, señalándolo con un especie de destornillador eléctrico.
— ¿Vas a dispararme a mi? — preguntó mientras pretendía que le disparaba a Pope con sus dedos.
— Sabes, si hubieras levantado el trasero, sería tuya — exclamó Maddie presumiéndole la cerveza al rubio.
La chica volvió al lugar donde estaba anteriormente, pero no se sentó, en cambio, se quedó parada con sus brazos apoyados en una baranda de madera.
— Hija de puta — maldijo el ojiceleste mientras miraba a la colorada, con una sonrisa de oreja a oreja,
— Gracias — agradeció la chica a la vez que me ofrecía la cerveza sin quitarle la vista a el colorido atardecer que se encontraba detrás de John B.
El chico la agarró y tomó, sintiendo el agrio sabor característico de aquella bajar por su garganta. Miro para arriba para encontrarse con su mejor amiga, quien alternaba su vista entre Pope y John B. Este dirigió su mirada con un extraño brillo indescifrable para otro lado, como consecuencia, encontrándose a su amiga de melena castaña que salía de la construcción.
— Van a tener baños japoneses con calentadores de toallas — informó Kie mientras se unía a la conversación.
— Claro. ¿Por que no? — Cuestionó el rubio mientras la pelirroja se sentaba nuevamente a su lado — Detesto las toallas frías — comentó cerca del oído de su mejor amiga, causando que a la chica la recorriera un escalofrio por todo su cuerpo.
