Capítulo 7

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Llevaba una semana trabajando, por fin había terminado los diseños que me habían encargado, todos estaban aprobados y listos para publicarse e imprimirse. Había sobrevivido y todavía trataba de adaptarme a mi rutina, mi compañero aun no me hablaba, pero tenia la esperanza de que eso cambiara y si no, pues ya ni modos. Meli, Nick y yo nos habíamos convertido en un equipo, comíamos juntos, contábamos algunos chistes y nos escribíamos por mensajes, ellos hacían que mi hora de almuerzo se convirtiera en mi hora favorita.

En la cafetería todo marchaba sobre ruedas, los clientes estaban felices, mamá se estaba adaptando al horario y los empleados ya no faltaban. Romi (la niña de los ojitos tristes) no había regresado, esperaba con todo mi corazón que se encontrara bien.

Por fin era sábado, trabajábamos medio día, lo cual me encantaba, podía ir a casa a descansar un rato para después ir a mi turno en la cafetería. Estaba terminando de acomodar unas cosas antes de irme, hasta que escuché la puerta cerrarse, mi compañero se había ido sin despedirse, no era que me importara, pero se me hacía muy grosero, yo no le había hecho nada para que me tratase así, tal vez me lo estaba tomando muy personal, pero presentía que se había vuelto mas arisco desde lo de las fotos. Erick me felicito por mi trabajo con las fotografías enfrente de Eder y le dijo en pocas palabras que si no se aplicaba me podía convertir en su jefa, yo no dije nada, pero desde ahí las cosas se volvieron más incomodas.

Termine con lo que estaba haciendo y me dirigí al elevador, las puertas se abrieron y me encontré nuevamente con la señorita Vero

-buenas tardes- saludé

-buenas tardes mi niña, ya no te había visto-

-no, no hemos coincidido-

-pero que bueno que lo hicimos, te quería agradecer por ayudarme con el café, ese día me evitaste un gran accidente, no sé qué hubiera hecho si se derramaba mi café-

-no se preocupe, para eso estamos- respondí – ¿le gusta mucho el café? -

- me encanta, todas las mañanas me tomo mi café antes de empezar a trabajar ¿y a ti mi niña? -

- también me gusta, sobre todo el de olla, es mi favorito, me gusta prepararlo con piloncillo y canela-

-enserio?, nunca he probado uno con piloncillo y canela, siempre lo endulzo con azúcar-

-tiene que probarlo, es la gloria, es mas el lunes no compre su café, yo se lo traigo, ¿son tres tazas, ¿verdad? - pregunté

-si, pero no te molestes mi niña-

-no es ninguna molestia- le sonreí

El elevador llego a la planta baja y me despedí de ella, la señorita Vero no se bajo porque ella iba hacia el estacionamiento.

que suerte tenían algunos

*****

Eran las 5:30 am y yo estaba en la cafetería preparando el café que le había prometido a la señorita Vero, mi plan original era prepararlo en casa pero por distraída había dejado el termo en donde me lo iba a llevar, en realidad ya estaba agotada, había ayudado a mamá con el aseo de la casa y después me fui a trabajar, lo único que quería hacer era dormir, pero ya había dado mi palabra y no me podía echar atrás.

Llegue a la oficina y todavía no había mucha gente, subí a la oficina de la señorita Vero para dejarle su café, esperaba encontrara rápido porque no sabía que pasaría si alguien me viera ahí, no quería que me corrieran, me gustaba mi trabajo y pagaban bien. Caminé hacia la oficina y ahí estaba

InmarcesibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora