>>Ⓥ︎Ⓐ︎Ⓛ︎Ⓔ︎Ⓝ︎Ⓣ︎Ⓘ︎Ⓝ︎Ⓔ︎'Ⓢ︎ Ⓓ︎Ⓐ︎Ⓨ︎ <<♡ Lisoo

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-¡Se mi cita en este San Valentín!-, La chica de cabellos rubios dejo escapar de sus labios aquella frase que le había sido tan difícil decir. Su rostro estaba rojo de la vergüenza y sus  orejas también por que la gente a su alrededor veía esa escena.

Si, declararse en el parque no había sido tan ingenioso después de todo y más por que muchas personas estaban atentas a la situación, esperando a que ella fuera rechazada o en su mejoría, correspondida.

Escucho una risa ahogada de parte de la mayor y seguido de una mano en su cabello qué la despeinaba. Extrañada, levanto la cabeza qué había bajado sin darse cuenta al declararse.

-Lisa~shi, eres muy adorable-,La peli castaña negaba con la cabeza mientras pequeñas risas escapaban de sus lindos labios. Ante los ojos de la menor, ella era una completa obra de arte.

La rubia no recordaba bien en que momento le había comenzado a gustar la mayor. Recordaba que al haberla conocido le había parecido la chica más linda, y eso que ella ya conocía a Nayeon y a Jisoo, creía que nadie más podía superar esa belleza pero ahí estaba ella, babeando ni más ni menos a Kim Jennie.

Lisa espero a que Jennie le dijese algo pero la peli castaña estaba más enfocada en reír o despeinar el cabello de la menor diciéndole qué era muy adorable para ser real. También parecía no importarle qué las personas  su alrededor la mirasen extraño por su reacción. Jennie era extraña.

-Tengo algo que entregarte-. Después de dejar de reírse, se acerco a la banca donde estaba su mochila y las pertenencias de ambas. Con la mano le hizo una señal a la menor y esta camino nerviosa.

¿Acaso lo que tenia Jennie en las manos era una flor y una carta?

¿Jennie se iba a declarar?

Muchas dudas pasaban en este momento por la mente de Lisa y con el ánimo más arriba, sonrió emocionada y recibió una sonrisa también de Jennie.

-Ya qué hablamos de declaraciones, ¿me harías el favor de...?-. La peli castaña llevo un mechón de su cabello detrás de su oreja y se mostró nerviosa. Lisa asintió sin dudarlo.

Se sentía tan feliz que el sentimiento de amor fuera correspondido. Lisa tenia que contarle todo eso a su mejor amiga y compañera de hogar.

-Dime la respuesta después por que ahora estoy demasiado nerviosa. Gracias, Lisa~shi y perdón-. Jennie le entrego con las manos temblorosas la rosa y la carta. La peli rubia frunció el seño ante su actitud y decidío leer aquella carta, su sonrisa seguía presente de todas formas.

Nada podía arruinar ese mágico momento donde su crush le había correspondido y pedido ser pareja.

-Esto...no se que decir-. Y al terminar de leer y levantar la mirada. Lisa se dio cuenta que Jennie ya se había ido.

No solamente el día se había arruinado por que Jennie escapó sin darle una  explicación, tampoco por que las personas a su alrededor ahora la miraban con pena, y menos porque todo lo que había planeado fue arruinado en un parpadeo.

Lo peor de todo es que la carta no era para ella y la persona que debía recibirla, le había enviado un mensaje.