࣪𝑳𝒂 𝑴𝒖𝒋𝒆𝒓 𝑻𝒓𝒂𝒔 𝑳𝒂 𝑴á𝒔𝒄𝒂𝒓𝒂 | 🎭 ࣪

Capítulo II

Todos tienen el sueño de tener una hermosa vida en este mundo gris...

...

Ella creía que su vida era un poco diferente a la mayoría de los niños y adolescentes en su momento. Pasaba mucho tiempo sola, pero eso no quería decir que no tuviera amigas con quien platicar y un hermano que la entendiera, en realidad estaba agradecida con esas pocas personas que estaban de su lado y la entendían pero su propia familia le habían dado la espalda, la habían dejado mucho tiempo por su propia cuenta y prácticamente ella se había educado sola... Aprendió a madurar a temprana edad a hacer algo que a mucha gente le costaba, se hacía responsable de sus errores y los aceptaba aunque nunca hubiera sido ella, algo que muchos llamaban ser responsable, y ella solo lo veía como una carga más en ella.

...

Nuves blancas en el cielo con un hermoso atardecer, el sol pegando poco, dando luz al pequeño comedor.

– um, jumm, jummm...

Que sentimiento más lindo que el de murmurar para distraerse mientras la tarde cae en viernes, libre de la escuela, tareas y un veinte por ciento de sus obligaciones diarias, estando en una comida tranquila. Escuchando hablar a su madre dirijiendose a sus hermanos, riendo. No le importo mucho, las palabras ahora no eran dirijidas a ella.

– Y ¿cómo les fue?
cuéntenme, seguro su día fue uno de los mejores, como siempre

–Muy bien madre, podrás creer que hoy por fin logre entrar al equipo de fútbol del colegio!

– Yo logre exentar tres exámenes!

– Mamá, yo ya tengo novia!

Pero cuanto hubiera deseado que lo fueran, que le preguntaran por su día, solo eso, no era tan fácil de ver, pero según Jihyo ya se había "acostumbrado", en sus ojos se notaba el cristal que los cubría y solo bastaron un par de parpadeos para quitarlo, mientras seguian hablando, las voces se hacian cada segundo más inaudibles, hasta ya no escuchar nada, escondiéndose nuevamente en su burbuja que la alejaba de su mundo habitual.

A menudo llegaba a casa sin un saludo de bienvenida o una pregunta casual para comenzar una platica sobre su día. De todos modos no tenía mucho que decir, era aburrido para su madre escucharla hablar de libros que ni siquiera sabía que existían, era irrelevante y Jihyo tampoco quería contar sus problemas, siempre minimizó lo que le pasaba pensando en que la demás gente tenía problemas más grandes a los suyos.

El trato de la familia Park hacia su hija era algo muy impulsivo, tedioso y llegó a ser tonto. Ella era la única mujer en la casa después de su abuela y madre.
Lastimosamente, su familia no veía en una mujer otra cosa que no fuera desgracia y lo único bueno que vieran de ella fuera un matrimonio con algun heredero. La subestimaron mucho desde pequeña al no saber hacer algo bien, lo cual estaba mal. Puesto que un niño siempre busca el elogió de sus progenitores para saber si algo está bien en ellos y sino, que ellos mismos le apoyen. Solo una cosa, una sola que no pudieron hacer, criarla como a sus hermanos.

¿Alguna vez escucharon la fase de una madre a sus hijos?, cuando ellas tratan de ser las víctimas sabiendo que han lastimado a gente que comparte de su misma sangre

"Las madres no vienen con un manual de instrucciones para ser buenas"

Realmente patético, ¿no lo creen?
Si lo analizamos a fondo, debería ser justo, y decir 'Nadie nace con un manual de instrucciones para ser perfecto' se escucha mejor ¿Por qué?

Jihyo compartía muchos sentimientos y uno de ellos era rencor a su familia.
Su amiga tenía razón, ella no era una máquina era un humano que necesitaba cariño, comprensión y apoyo, posiblemente más que eso, ella quería ser entendida.

No tenía con quien llegar a casa y platicar sobre su día, no tenía con quien expresarse después de una larga jornada de trabajo, no tenía a nadie que escuchara sus historias en casa, se sentía desolada. Escuchar música y escribir en su diario era lo que le gustaba, sino tenía quien la escuchara tendría un cuaderno que podría leer y reírse de ella misma sin pasar pena después. Mientras la música invadía sus tímpanos ella se deleitaba escribiendo cada pequeña cosa que recordará de su día, para no olvidarlo y seguramente al leerlo recordar cada detalle de aquel entonces.

Chaeyoung le había dicho que no lo hiciera más, que tenía a Momo y a ella para platicar, para desahogarse sabiendo que no era igual. Lo menos que pudieron hacer sus amigas fue regalarle un oso a Jihyo en su cumpleaños número 15. Grande para que así las recordará cada que lo abrazara, un gran apoyo para ella y así fue.

...

– Te parece si vamos a la ventana, se que quieres hacerlo
– Salta!
– Tienes un cable ahí, sacalo!

Se escucha bastante enojado, el corazón le palpita cada segundo mas rápido, pero permanecían los dos inmóviles, solo mirándose a los ojos sin mover su vista.

Miedo

Entrar en shock algo que daría mucho miedo si viesen lo que ella miraba en ese instante, Blay, sombra negra y cabello largo, cara blanca sin ojos, algo que la hacía sentir vulnerable, con miedo...

– No!

Se dispuso a decir mientras cerraba los ojos, grave error.

Al no escuchar nada decidió abrirlos encontrándose con esa persona aún más cerca frente a ella, su respiración estaba agitada

– Sabemos que quieres hacerlo

Un tono vastante irritante y juguetón como si de algún drogadicto se tratará.

– ¿Tú y quien más?

– Tus creaciones pequeña

Reía fuertemente, mientras Jihyo tapaba sus oídos con temor, no quería escucharle, ni a el ni a nadie. Sentía que se desmayaria en cualquier momento y que posiblemente esa cosa la mataría en cuanto eso pasara pero despertó, sudada y sin aliento. Su recamara estaba un poco obscura recién empezaba a amanecer, volteo a todos lados cerciorando que no hubiera nadie con ella. Tomó su celular y vio la hora, cinco con cuarenta minutos de la mañana. No era tarde, se levantó y fue directo al baño, todos dormían. Se ducho y lavo sus dientes, tomó la ropa deportiva que estaba en sus cajones y en cuanto estuvo lista salió de casa.

Ir a correr, en algún folleto decía que el hacer ejercicio era bueno para la autorregulación.

Al temrinar se sentó en una banca serca del parque y miró a su alrededor, había vastante gente el día hoy, ¿También estaban mal emocionalmente o sólo lo hacían por su cuerpo?

¿Quién lo sabría?

Todos se comportaban normal en la calle, como si nadie sufriera y eso era lo que ella hacía, nadie sabía que ella sufría porque ella solo...

Sonreía, fingía hacerlo.

Y sabía que eso no implicaba que fuera feliz pero, todos pensaban eso, esconderse detrás de una máscara para que nadie preguntará, esconderse para que nadie supiera si sufría o era quien hacía sufrir, ¿es verdad?

¿Todos tienen una máscara?...