No te vayas. Te quiero

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Alejandro

No podía. No podía dejarla ir, era mi oportunidad para volver a amar. En unas horas me llenó un vacío que nunca supe que existía. Intentaba tranquilizarla pero al final pasó algo mucho peor. No la pude proteger. La ambulancia llegó enseguida y yo la acompañé al hospital. En todo el trayecto le solté la mano y los médicos de emergencias intentaban salvarla pero yo notaba como el cuerpo se le iba enfriando poco a poco. Puede que no tardamos ni cinco minutos en llegar al hospital pero se me hizo una eternidad, cuando llegamos un médico la intentó reanimar pero era muy tarde y perdió muchísima sangre. Los médicos estuvieron un rato con el cuerpo y luego me dijeron que aunque la hubieran salvado en menos de una semana hubiera muerto tenía un cáncer maligno que le presionaba una vena cerebral y en días se hubiera muerto desangrada. Después de eso volví a España para el funeral, donde vi a su hermano que tanto adoraba y no tenía valor de hablarle. Pero él se acercó a mí y me dió las gracias por haber aceptado a Laura tal y como era y por haberle dado las mejores últimas horas de su vida. 

Siempre creí en los finales felices… pero al parecer no todos los merecen, pensé en voz baja mientras dejaba un ramo de girasoles y tulipanes (que ella decía que simbolizan la alegría y el amor perfecto) al pie de su tumba.

Un encuentro casual ✈️💖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora