Afrontando El Temor.

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La luchadora había vuelto a ingresa al gremio de aventureros, con un solo objetivo en mente redimirse y acabar con todos los goblins posibles, esta era su misión personal y la única que para ella era primordial. La luchadora no quería que hubiese chicas como ella, jóvenes que aquellas criatura que parecen débiles, pero que son seres sin remordimientos y sanguinarios, ultrajaron sin compasión alguna, quitándole los deseos de vivir.

Al terminar de registrarse la luchadora, se encaminó hacia un sitio del gremio, que era utilizado por los aventureros, para esperar a sus compañeros, para poder planificar los viajes o las misiones que iban a tomar, o era simplemente un lugar donde descansar, hablar, tomar y fanfarronear. La luchadora busco con su mirada al aventurero de rango plata, que llaman Goblin slayer, entonces después de buscarlo durante unos segundo encontró al aventurero.

Goblin slayer, el asesino de goblins, estaba sentado en una de las mesas del gremio y parecía que estaba esperando a alguien o a varias personas, la luchadora al encontrar al aventurero, dirigió sus pasos hacia la mesa del asesino de goblins.

—Señor Goblin Slayer—La luchadora llegó frente al aventurero, y saludo al aventurero—Buenas, ¿se acuerda de mi?

—Si, me acuerdo—Goblin Slayer observó a la luchadora—No fue hace mucho la misión en el templo.

—¿Me puedo sentar frente suyo?—Pregunto la joven apuntando a una de las sillas desocupada de la mesa.

El asesino de goblin, afirmó con su cabeza y dejó que la luchadora se sentase en la silla desocupada.

Por unos momentos hubo un silencio entre la luchadora y el asesino de goblin, este momento sin cruces de palabra se debía a que el aventurero rango plata, no era muy hablado y a que la aventurera luchadora, no sabia como comenzar su conversación. En su mente las voces imaginarias de la luchadora combatían, para que la aventurera novata tomase una acción, una de las voces decía que comience la conversación, y la otra le aconsejaba que se fuese del gremio y se revolcarse en su miseria.

—Cállense de una vez por toda—Exclamo la luchadora, haciendo que todos los presentes la voltease a ver, al ver que los aventureros presente la observaba, la joven luchadora escondió su cabeza con vergüenza.

—Te vez patética—se rió una de las voces que rondaba los pensamientos de la luchadora.

«Maldita sea, mi mala suerte», pensó la luchadora abochornada por el espectáculo que había dado y miró al Goblin Slayer, « Que momento tan vergonzoso y justo frente a él»

Goblin slayer observó a la chica, el había visto en los ojos de la luchadora algo que le hacía simpatizar con la novata, el y la chica, tenía historia similares con los goblins, el cazador de goblin habia perdido casi toda su niñez por causa de los goblins, y lo más importante había perdido a su hermana mayor, la luchadora, había visto la muerte de casi todo sus compañeros y había sufrido el destino de las mujeres capturadas por los goblins.

Después del episodio vergonzoso de la luchadora, la chica golpeó la mesa con las palmas de sus manos, y con decisión le pregunto al asesino de duende, ¿si podía incluirla en el equipo?.  El goblin Slayer, estuvo pensativo durante unos segundo y luego afirmó con su cabeza, esto alegró a la joven luchadora, iba a luchar junto a un rango de plata, y más encima iba aprender a asesinar goblins, esto le ayudaría a cumplir su objetivo primario.

-Vaya, eres tu—La voz conocida de la sacerdotisa, se escucho en el sitio.

—Buenas—La luchadora observó como la chica rubia se acercaba a la mesa, y luego le dijo con una sonrisa en su rostro —Me alegra verte.

—A mi también me da alegría verte—La sacerdotisa le contestó a la chica y agrego—Vaya, veo  que te encuentras con más ánimo que la última vez.

Gloriosa ResurrecciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora