∞Capítulo.60∞

509 48 11
                                    

Salio para tomar aire fresco, el frio de otoño era intenso y a esa hora de lo noche podia sentir como el viento helado le calaba hasta los huesos

Suspiro soltando una nube pequeña, el aire caliente chocaba con el frio causando neblina que desaparecia rápidamente

Miro sus manos llenas de harina, habia compartido un momento con toda la familia, Wang y Gina eran amigables pero podia notar que Rolland tenia una personalidad fuerte y distante con el, sonrio recordando como le decía que estaba amasando mal el pan y Gina le defendio

Y Marinette, tan feliz compartiendo anécdotas con su vieja amiga, creando arte culinario con su tío y su abuelo, creando arte manual y decorativo con su abuela

Suspiro sacudiendo la harina de sus manos y ropas

Ella se veía tan feliz, seguramente algo que no podría darle en parís, en aquella mansión gigante y desolada... no, no quería eso para ella, ella merecia mas, merecia ser feliz

El nudo que se formo en su garganta fue tan inesperado, trato de pasar saliva para aliviar el dolor pero solo logro que escaparam algunas lágrimas de sus ojos, las limpio lentamente mientras dejaba que las demas salieran

Escucho el ruido de la puerta deslizandose, la puerta tipica de una residencia del viejo Shanghái aun adornaba el portico

Reconocio las pequeñas pisadas, si bien se sentía feliz de que fuers ella, no ayudaba mucho en ese momento

—¿Adrian?— llamo, quería voltear y mirar aquellos ojos azules, perderse en esa bella mirada que le robaba tantos suspiros—

No pudo silenciar los sollozos, limpio su rostro frenéticamente con la intención de que no le viera de aquella manera pero era inútil

—Adrian— llamo una vez más, esta vez tocando el hombro del mas alto y obligandole a que le mirara— ¿Que te paso?— cuestiono suavemente limpiandole la mejilla—

—Tu... es que...— suspiro un par de veces, recuperando la compostura miro a los ojos de Marinette— tu perteneces aquí— dijo, colocando su mano sobre la de la azabache que seguia sobre su mejilla— ¿Porque no te quedas aquí? Digo... aquí esta tu verdadera familia, tus super amigos y eres feliz con ellos... no debes preocuparte por el trabajo aun tengo tu carta de renuncia...

Marinette analizo al rubio, el silencio reino entre ambos durante el instante que la chica determinaba lo que le sucedia al ojiverde, la mirada esmeralda se había perdido y miraba el jardín trasero de la casa

Paso su mano libre por su frente retirando el cabello ahora largo, miro sus ojos irritados por el llanto, su nariz enrojecida tambien, Carajo, por eso era modelo; era bellísimo sin la necesidad de maquillaje, literalmente estaba moqueando por culpa del llanto y aun así se veía perfecto

—¿De que mierda estas hablando, Adrian?

—Lo que oiste

—Lo que acabo de escuchar fueron puras babosadas ¿bebiste y no me di cuenta?

—Mari...

—Adrian mi vida esta en París— nego sonrinte— claro que tengo a mis super amigos aquí ¿pero y los de allá? hace unos meses quería largarme al carajo y abandonarlos pero no, no Adrian ellos son mia amigos, construí a mi familia allá en parís, en la ciudad del amor... por un demonio, amo a la familia que tengo aquí, mi familia de Chefs altamente reconocidos, volvere a verlos cuando pueda.. viví sin ellos mucho tiempo y aprendí a hacerlo— movió el rostro del rubio obligandolo a que le viera a los ojos nuevamente— Alya, Nino, Rosita... y el resto del equipo, Estefany, Agami, Luka... todos ellos hacen parte de mi vida; Le agradezco a la doctora Deker porque si no fuera por ella no podría expreaar mis sentimientos como lo hago en este momento— Dio un paso mas al frente para estar mas cerca de el— Y en París estas tu, Adrian, tu también eres parte de mi vida... así que no, no me quedaré aquí, volveremos a París

—Mari no puedo ofrecerte nada más que esa vieja y tenebosa mansión, cubierta de polvo y de soledad... y un pequeño perro negro

—Iremos juntos a esa vieja y tenebrosa casa juntos con nuestro pequeño perro negro— Repitio— Te quiero, Gato tonto

—...Yo te quiero mas...— pronuncio con vos quebrada, atrapo a la azabache en un fuerte abrazo undiendo su rostro en el hueco de su hombro—

Un abrazo, si, tal vez eso era lo que necesitaban, un fuerte abrazo bajo la luz de la luna y siendo la luna misma la unica testigo de sus palabras de amor

♡Pienso En Tu Mirada♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora