Epílogo

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Abrio mas sus piernas para sentir el roce de la lengua contra su intimidad

Sus piernas quedaron colgando en el escritorio cuando el rubio se levanto

—Sabes— comento relamiendo sus labios— Esos papeles eran importantes

La chica estaba recostada sobre varias hojas de papel que estaban en toda la superficie del escritorio

Trato de levantarse pero la mano del rubio la sujeto del cuello

—Ya es tarde~

Canturreo sujetando las piernas de la ojiazul y empezar con la penetración, los gemidos querian escapar de los labios rosados pero era riesgoso que alguien los escuchase

Las manos bajaron de su cuello pasando por sus hombros jalando los tirantes de su vestido dejando los grandes pechos de la azabache al descubierto

Dejo un beso en los labios contrarios, mordio ligeramente uno de ellos y luego paso su lengua definiendo la quijada de la chica

Sintio el suspiro caliente en su oreja cuando mordio el cuello dejando una marca rojiza en la piel blanca

—My Lady~

Surpiro jugando con uno de los pechos; acariciando y pellizcando suavemente el pezon

—Gatito~— gimoteo desordenando el cabello y las ropas del ojiverde— Mas fuerte...

Aumento el ritmo causando que el sonido de pieles chocando inundara la oficina

—Ah~

El cuerpo de la azabache fue jalado para que se bajara de la mesa, el miembro habia salido momentaneamente para realizar el cambio

Luego prosiguio a embestir al tiempo que ponia todo el pecho de la chica sobre el frio tablon del escritorio

—Ah ¡Ah! Ah~

Ya era imposible detener los fuertes ruidos que emanaban de sus cuerpos

—Voy a... ¡Adrian!

—Mari~ Mi bella Mari~

La chica empezo con los espasmos cuando el squirt la golpeo fuertemente; el líquido resbalo por sus piernas hasta llegar al piso, esto ayudo bastante en las ultimas embestidas que dio el rubio para poder llegar a su punto

—Voy~

—Hazlo adentro~

Su cuerpo temblo contra las caderas de la mas baja

La sacudida fue tan fuerte que el escritoriose movio de lugar quedando en diagonal

La alfombra a parte de quedar humeda tambien estaba desacomodada por culpa de las patas de la mesa que movieron la tela

—Que calor— jadeo sacando el pañuelo rojo que guarda en el bolsillo interno de su chaleco— Mierda... eres tan bella

Se inclino para crear un camino de besos en la espalda arqueda de la azabache; luego paso el pañuelo por los muslos humedos de su pareja

Pudo sentir nuevamente las cicatrices de su pasado, recuerda cuando la chica le conto con lujo de detalle la epoca de cuando practicaba cutting; sintio el cuerpo ajeno tensionarse por tocar esa zona; decidio pasar de largo y coloco la tela roja sobre la intimidad fémina

—Debemos volver— menciono al sentir el tacto jugeton en su clítoris—

—Si eso quieres...— musito contra el oido de la mas baja— Tengo en mente un juego muy divertido 

—¿Un juego?— chasqueo su lengua negando— ahora no estoy de humor...

—¿Miedito?







































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