:･ﾟ➽ Una Cortada ー 🖇

01.

Al otro día, el ambiente se notaba algo tenso, otra vez, Bosip no se había levantado a desayunar. Últimamente, casi no salía de la habitación, y eso preocupaba al de audifonos, mientras el otro sólo fastidiaba al ver cuanto se preocupaba.

— Ya déjalo, seguro el muy estúpido está con sus problemas que él mismo se crea, ya se le pasará. — Habló usando un tono de fastidio, mientras comía una tostada.

— ¡Bob, deja de ser tan grosero! — El de flecos azules se cruzó de brazos. Él medio sabía de porqué de Bosip, pero no podía decirlo.

Cuando estaban aùnto de comenzar una discusión, el nombrado apareció por el marco de la cocina, con el cabello alborotado, la camisa un poco corrida por los hombros,y los boxer sueltos, dejando ver sus piernas, que tenían varias curitas por encima, era algo torpe y se golpeaba con todo.

Se rascó los ojos y luego los miró con confusión.

— ¿Qué?


— Eh, Bosip, ¿Pasa algo?

— S-Sí, de hecho, me duele bastante la cabeza, venía a buscar algo para quitarlo y me iré, no te preocupes. — Sonrió con debilidad.

Bob seguía haciendo como si él no estuviera allí, y seguía viendo Instagram, mientras comía la tostada de antes.

Amor no hizo nada, luego hablaría con chico de cabellos azules. Al final, decidió decir algo más.

— Hey, hacer frío, seguro por eso tienes malestar, ¿Por qué no te pones una sudadera?

El rubio tragó seco, y un poco nervioso, respondió.

— Oh, no lo creo. No te preocupes, no es necesario, estoy bien así, pero bueno, ya no molesto más aquí.

Dicho esto, caminó rápido para salir de aquél cuarto, aunque eso no impidió que escuchara el "Al fin se va, genial" por parte del chico de baja estatura.

Aquello le apretó el corazón, y le cristalizó los ojos. No, no puede mostrarse débil, ya basta.

Aunque las ganas de llorar seguían allí, así que se dirigió al baño, se encerró con seguro, y mirando al espejo, se habló.

— Si vas a llorar, al menos hazlo por una razón coherente — Su voz detonó rabia, y es que eso sentía.

Ahora si lloraba, pero no por el dolor emocional, si no, más bien por el ardor que le prodicía el nuevo corte que decoraba su pálida tez, que también poseía variadas cicatrices horizontales.

Y es que nadie lo esperaría de él.

Nadie se esperaría que sería capaz de quebrarse tanto por simples palabras.

Qué tontos serán entonces.

"Una cortada"

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