03.

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Una menos cuarto de la noche, y los chicos recién llegaban a su hogar, extrañamente callados, El primero en retirarse de la sala de estar fue el rubio, obviamente, a diferencia del duo de peliazules que preferían quedarse hablando un rato. No tardó en hablar algo molesto el de audifonos.



— Bob, enserio, controla más como tratas a Bosip.—  Lo observó serio.


— ¿Por qué lo haría? Es sólo un idiota—  Se cruzo de brazos.


— Le haces daño, en realidad, últimamente le ha llegado más lo que le dices.—  Respondió un poco triste. No quería que algo malo sucediera a causa de esos malos tratos.


— Pues que bien, por mí que se pierda.— Se sentó en el sofá.


—Ojalá que lo que suceda en un futuro, aunque por más deseo que no pase nada, te quede en la conciencia, Bob.— Se returó del cuarto el de audifonos, bastante enfadado.


Ojalá el rubio se hubiera quedado detrás de la pared escuchando hasta allí, pero no, sólo escuchó la frase antes de aquella. Sentía que si permanecía unos segundos más, su corazón iba a romperse.


Corrió desesperadamente escaleras arriba, y se encerró en el baño de un portazo, no quería ver a nadie. Se giró, chocando su espalda contra la puerta, dejándose caer lentamente hasta tocar el suelo. A éstas alturas, sus ojos ya estaban totalmente cristalizados, presionaba sus labios intentando no sollozar, pero le fue inevitable.


Nunca pensó que amar, llegara a doler tanto.


Quería levantarse, pero el cuerpo le pesaba, y las piernas le temblaban. Aquellos lindos ojos de color azul, eran opacados por el rojo en estos, gracias a las lágrimas.


No quería, realmente no quería seguir sufriendo por alguien que no merecía todo aquello, pero no podía evitarlo, él era como su necesidad, su dependencia.


Mientras tanto, en la primera planta.


El de sudadera amarilla se había quedado en un silencio abrumador, hasta que fue interrumpido por, nuevamente, el de audifonos.


—Genial, lo hiciste llorar. ¡Bien hecho Bob, lo hiciste de nuevo!— exclamó con sarcasmo en sus palabras.


El nombrado simplemente lo observó.


— ¿Debería disculparme?


— Hace tiempo.— La decepción podía sentirse en el aire.


Suspiró, y con pesadez se dirigió al cuarto de baño en la segunda planta. Sabía que estaba allí pues había escuchado la puerta siendo azotada minutos antes. Iba a girar la perilla, cuando alguien se le adelantó, sí, era el chico que buscaba. Éste simplemente lo obsevó durante menos de un segundo, para luego evitarlo completamente, intento pasar por su lado.


— Bosip.— intentó llamar su atención, cosa que al parecer no logró. Intento detenerlo, tomándolo por la muñeca, aunque se sorprendió cuando el mayor quitó bruscamente el agarre. —¿Qué te sucede?


—No te incumbe— Respondió, seco. No quería verlo. 


"Una cortada"
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:・゚➽ Una Cortada ー 🖇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora