¿Cuanto habían caminado ya?
No lo sabía.
Su yo del antes probablemente estaría emocionada, gritando por dentro y alegrando se de tener esa larga caminata con el rubio que le traía enamorada.
Cuantas veces no se imagino esto.
Y si dentro de esas veces había sido algo mágico, especial, de fantasía.
Pero.. ¿Por que no lo sentía así?
Tal vez por que ya estaba resignada a que sus sentimientos no llegaron al rubio, jamás lo hizo, se sentía.. Normal.
No, normal no sería la palabra, más bien, era algo inexplicable, no le podía encontrar sentido, ni si quiera se le venía nada a la mente.
Solo estaba callada caminando detrás de la espalda del rubio, abrazando la chaqueta de Kiba por el frío.
Kiba...
¿A donde pudo haber ido?
Quería averiguar si el gustaba pasar el Festival de Rinne junto con Shino, comer manzanas acarameladas, tratar de conseguir un pequeño pez dorado en el estanque, jugar en los pequeños puestos de juegos, comer takoyaki, y por último ver los fuegos artificiales que darían espectáculo al final de la noche.
— ¿Hinata?
Alzó su mirada, encontrándose con los hermosos ojos azules de sus iris, su mirada se centraba en ella, le dedicó una pequeña sonrisa.
Algo no estaba bien.
¿Por que..
— Lo siento dattebayo
Ya no..
— ¿Por que?
Siente..
— No corresponderte
Lo mismo?
— Esta bien Naruto-kun
¿Realmente lo estaba?
Es decir, si, la pequeña opresión en el pecho había desaparecido, su corazón ya no dolía por solo mirarlo ni le molestaba que el no sentía lo mismo que ella.
Le sonrió — ¿Sabes? Siempre me había puesto a pensar como sería estar así.. Caminar a tu lado
El rubio se sorprendió, Hinata se dispuso a sentar en una pequeña banca, en la que dio una pequeña palmada invitando al rubio a sentarse junto a ella.
— Siempre había anhelado estar junto a ti, ser la persona que te diera ese amor de cuentos de hadas y ser felices para siempre, admito que mi ideal era de fantasía, pensaba ser tu princesa y tu mi príncipe azul.. Pero no se puede.
El rubio trago en seco, no quería sentirse así de culpable.
— Por que tu debes buscar a tu princesa, y yo mi príncipe.. No puedo obligarte a ser el mío, tienes tus propios sentimientos y no sería justo así
— Hinata yo..
— No necesitas decir nada, lo entiendo — sonrió — De igual manera yo seguiré apoyando a Naruto-kun a ser Hokage
El rubio le miro sorprendido, pero poco a poco sus ojos se sentían llorosos, aun no comprendía como es que una chica como lo era Hinata no tenía quien la amara como ella podría hacerlo.
Aun que.. Tal vez si había alguien..
— Hinataaa eres muy amable ttebayo
— ¿Naruto-kun esta llorando?
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El cambio
RomanceHinata acepta que sus sentimientos nunca llegaron a cierto rubio carismático. Sus mejores amigos Kiba y Shino tratan de animarla y que la peli negra azabache este contenta de nuevo. Además que Shino insiste en que su idiota mejor amigo acepte los...