★ ; mikey.

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— puta que tengo paja. —te recostaste en tu cama mientras mikey seguía tus pasos y hacía lo mismo.

— ¡pero por lo menos es viernes! podemos descansar por fin de este liceo culiao. ¿tienes algo que hacer mañana? quiero salir contigo. —mikey hizo un puchero mientras usaba sus brazos como una almohada improvisada.

— lamento cagarte el panorama pero mañana hay junta familiar, viene la familia de mi papá y la de mi mamá. —te diste la vuelta para mirar a tu pololo.

— puta la wea. —formó un pequeño puchero en sus labios y lo viste con ternura, te encantaría invitarlo pero no estabas segura si le gustaría aquel ambiente, después de todo conocías bien a tu familia, eran muy buenos pal webeo y lo último que querías es que se sintiera incómodo.

minutos después, tu mamá los llamó para tomar once, en ese minuto al mikey se le prendió la ampolleta y bajó rápidamente mientras tu lo seguías por detrás.

se sentaron en la mesa que tenía una variedad de cosas, pan, mermeladas, mantequilla y cualquier wea que se le pudiera poner a un pan. habían cuatro tazas de té, tus papás se sentaron juntos y tú y mikey se sentaron frente a ellos, tu pololo era tan querido en tu familia que incluso ya tenía su propia tacita.

endulzaste un poco tu té mientras mikey preparaba su pancito con jamón, queso y mantequilla, mientras hablaba con tus papás, ahí es donde volvió su idea anterior, probaste tu té y mikey habló.

— oiga tío, ¿me puede invitar al asado familiar de mañana? —tu pololo dijo aquellas palabras con tanta confianza que hizo que te ahogaras con el té, mientras tú tosías para aclarar tu garganta, tus padres estaban cagados de la risa.

— pero obvio que sí po mikey, pensé que la _____ ya te había invitado hace rato. —tu padre respondió amistosamente mientras tu pololo te dedicaba una mirada ofendida por no haberlo contado antes de la invitación.

al terminar de tomar once, se levantaron y guardaste las cosas en el refrigerador mientras que tu pololo iba a dejar las tazas en el lavaplatos. cuando terminaron con su labor, ambos fueron al patio a tomar un poco de aire y seguir hablando.

— me ofende que no me hayas invitado antes, no te voy a dar más de mis dorayakis. —fingió enojo ante la situación anterior, así que solo reíste y te recostaste en su hombro.

— no es porque no quería que los conocieras pero... es una familia numerosa ¿cachai? y todos son muy buenos pa'l webeo, no quiero que te sientas incómodo. —respondiste mientras tomabas su mano y jugueteabas con sus dedos.

— tranqui princesa, lo voy a tener todo controlado y me voy a portar bien, lo juro. —apoyó su cabeza sobre la tuya y continuaron viendo el atardecer. luego de unos minutos más, mikey se fue a su propio hogar a descansar y prepararse para el evento de mañana.

(...)

— ¡______, DESPIERTA TIENES QUE ARREGLARTE Y ME TIENES QUE AYUDAR A MI! — 9 am y tu novio ya estaba en pie, con un bolso de ropa tirado en el piso y el sobre tu cama.

— no wei po, manjiro. van a llegar recién como a las 2, todavía es temprano, ven, acuéstate, podemos seguir durmiendo una horita más.

soltó un bufido. — bueno ya, solo porque me desperté súper temprano y tengo tutito todavía. —se acomodó en tu cama bajo las tapas, te abrazó y cerró sus ojos mientras tú hacías lo mismo.

ni se percataron que durmieron al rededor de 2 horas, ya eran las 11 y debían comenzar a espabilar para arreglarse y ayudar a tus papás.

comenzaste a llenar la cara de manjiro con besos para que despierte, cerró sus ojitos mientras pasaba su puños por su rostro. cuando al fin despertó dejó un piquilto en tus labios, luego otro y otro hasta que lo convenciste para que se levantara.

¡ 𝙩𝙤𝙠𝙮𝙤 𝙧𝙚𝙫𝙚𝙣𝙜𝙚𝙧𝙨 𝙘𝙝𝙞𝙡𝙚𝙣𝙨𝙞𝙨 !Donde viven las historias. Descúbrelo ahora