Secreto de Familia [TodoDeku]

Cap11: Despertar

Años de mentiras y de juegos sucios, de obsesión y de un recuerdo reprimido que se volvió enfermizo. Aun con todo ese caos mental, ese enfermo impulso de posesión de dependencia. Aun con todo todavía existía la inocencia, el amor puro y la ingenuidad...

Demasiada ingenuidad...

"- Shoto...tengo miedo-

- Tranquilo Izuku.. Estoy aquí contigo .. Recuerda lo que siempre te digo... tu.. y yo .. Vamos a estar juntos... ¿Por?

- P-por siempre..-"

- ¡Sho!..¡¡Shoto !!- Como siempre desde hace dos semanas el pecoso despertó de golpe nuevamente con el sudor frio por ese extraño y aterrador sueño

- ¿Que pasa izuku? - El nombrado fue con el terminando de acomodarse su corbata, último elemento de ese elegante traje color azul oscuro - ¿Volviste a tener ese sueño?

Pregunto sentándose en la orilla de su nueva cama matrimonial que habían comprado juntos desde hace dos años, shoto preocupado acaricio las pecosas mejillas de su hermano como señal de que ese horrible sueño había terminado

- S-si.. - contesto el pecoso abrazando al mayor tembloroso por haber sentido ese sueño tan real- Pensé que te había pasado algo.. Estabas manchado de sangre.. Me asusté mucho

Acompañando su temblor izuku comenzó a llorar al tener en mente la simple idea de que su querido hermano mayor estuviera muerto, el bicolor miro conmovido la inocente conciencia de su hermanito y acaricio su revoltoso cabello rodeándolo con sus trabajados brazos, pues ahora con veintidós años Shoto todoroki era mucho más alto y fuerte que su enclenque y delgado hermanito, aunque esa diferencia de físicos se notaba desde hace muchos años atrás.

- No te asustes izuku.. Estoy bien. Solo fue un sueño- lo abrazo con un poco más de fuerza para inhalar ese delicioso aroma a lavanda que desprendía de su cabello

- P-pero se sentía tan real.. - Shoto tenía que hacer volver a su hermanito a la verdadera realidad

Se separó de el para tomarlo ahora de las mejillas y mirarlo con ternura a los ojos, no importaba cuantos años pasaran seguía viendo con total amor y deseo esos hermosos ojos esmeraldas frente a él, tan brillantes y divinos, rozó sus narices para depositar un dulce y lento beso contra sus labios.

- ¿Y esto lo sentiste real?- pregunto divertido al ver el intenso carmesí en esas pecosas mejillas

- ¡N-no hagas eso shoto! -

¿Cómo resistirse a tan dulce carita?, travieso se abalanzo sobre su hermanito para besarlo sintiendo como este pataleaba dándole solo la oportunidad de acomodarse mejor entre sus delgadas piernas abrazando su cintura con un brazo mientras que con el otro le alzaba sus enclenques brazos sobre su cabeza a su pecoso

- Aah..Aah Shoto no.. S-se nos hará tarde para la escuela- dijo izuku separándose de ese inesperado beso mañanero

- Se te hace tarde a ti.. yo ya estoy listo- contesto el bicolor con una picara sonrisa- ¿y si mejor no vamos y nos quedamos?

Preguntón en modo casi infantil para depositar húmedos besos en el cuello del pecoso que paralelaba y reía alzando un poco su cuello

- ¡E-es nuestro primer día! ¡Y t-tu eres el profesor! ¡Jejeje ya suéltame me haces cosquillas!- casi llorando el pecoso se retorcía en busca de libertar para poder alistarse

- Bien .. - Shoto le soltó sus muñecas para acariciar su mejilla y darle otro dulce beso- ¿Ya estas mejor?...

- Jejeje..Si- contesto el pecoso para abrazarlo del cuello y corresponder al beso

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- Genial.. Gracias tío - dijo cruzado de brazos un sarcástico chico pelimorado que mirada fuera de la ventana del automóvil a los rostros que miraban sorprendidos el vehículo

El pálido chico de ojeras y cabello morado salió del auto policial obteniendo las miradas de sorpresa y duda de sus viejos y nuevos compañeros que entraban al edificio, rodó los ojos aburrido pues lo que menos extrañaba en todo el verano era esa aburrida rutina de salir del auto de su tío y caminar como si nada al edificio de su escuela, no sabía si en verdad lo veían entraño por ser el sobrino de un policía y parecer un pandillero o justamente por eso, por vestirse como un pandillero al usar una sudadera blanca debajo de su uniforme de secundario y sumarle un gorro de lana negro que le escondía sus desreglados y revueltos cabellos, en pleno verano.

- Ten un buen día hitoshi..- contesto su cuidador el cual era el viejo Shota aizawa

El nombrado solo asintió para comenzar a caminar en dirección a las intercalaciones escolares y el mayor no avanzo hasta ver que su sobrino entrara al edificio pues aunque no lo demostrara se preocupaba por la seguridad de ese sarcástico e insolente chico, era su única familia tras a ver perdido a su hermana en ese trágico accidente de tren hace seis años

Una vez perdió de vista al muchacho encendió el motor de su auto y comenzó a conducir a la estación pasando de largo a una peculiar pareja que corría en dirección a la escuela

- ¿Esos no son..?- ignoro su pensamiento para concentrarse en el camino

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- ¡Aaah!.. Llegamos a tiempo..- suspiro aliviado el pecoso caminado por los pasillos de la escuela a lado de su hermano- Que bueno, no quería faltar en mi primer día de clases

- En casa hubieras empezado tus clases a la hora que quisieras.. No sé porque insistías en estudiar aquí- dijo shoto cruzado de brazos mirando de reojo al pecoso

- ¡Ya te dije shoto! .. Estudiar en casa no es lo mismo que en una escuela de verdad.. Además aquí puedo aprender más- izuku estaba ilusionado y feliz pues después de la guardia sus clases comenzaron a ser en casa impartidas únicamente por profesores en línea

¿Por qué?, simplemente porque su hermano mayor no tendría el tiempo suficiente para salir de la universidad y después ir por él a la escuela, que mejor para el pecoso que estudiar en casa en la comodidad y seguridad de su hogar. y además, recibir a su hermano con las comodidades que se merecía por su arduo trabajo. para una mente tan noble e ingenua como la de izuku todo lo que su hermano le decía estaba bien y era lo correcto y él no tenía que cuestionarse, pero shoto ya se había graduado antes de la universidad con honores incluso, siendo un excelente profesor de matemáticas, si era así por fin ya no había excusas para que izuku pudiera estudiaría en una verdadera escuela, cual cachorro el pecoso suplico muchas veces y esas suplicar dieron frutos, pues al fin pudo entrar en esa pequeña y económica escuela secundaria y que mejor que su querido hermano mayor fue su profesor de matemáticas.

Un inicio normal de instituto, pero también el comienzo de una vida muy turbia y desesperante, fuera de control, fuera de la manipulación.

Izuku ya no era un niño pequeño, eso era claro. Ahora era un adolecente, de aquellos que dudan, cuestionan y.. Desobedecen.