𝐒𝐏𝐀𝐑𝐊𝐋𝐄𝐒, One Shots

Better than him| n. kawata

BETTER THAN HIM
nahoya kawata

El cielo nublado y el asfalto mojado le daban un aire nostálgico a la ciudad, la lluvia había parado hacia un poco menos de una hora pero aún se podía respirar la tierra húmeda y escuchar algunas gotas caer reiteradamente de los techos. Cerré la ventana pero dejé las cortinas abiertas, aún era temprano y aunque estaba nublado, me gustaba observar las calles concurridas de Tokyo.

Para mi buena suerte por la tarde había rechazado la oferta de mi roomie a ir a la feria, fingí tener tarea aunque en realidad simplemente tenia pereza. Y ella, dudosa, termino por creerme o apiadarse de mi y dejarme el apartamento solo.

Las horas transcurrieron con tranquilidad, las películas me ayudaron a distraerme y casi me olvidaba que los chicos probablemente vendrían al departamento.

Pero entonces oí como se abría la puerta principal, el sonido era opaco porque me encontraba encerrada en la habitación pero reconocía las inconfundibles voces ruidosas que inundaron mi sala compartida, maldije mentalmente a la lluvia por haber arruinado mi tarde de tiempo de calidad conmigo misma y apagué la televisión para fingir estar dormida y que así no me molestaran.

Tocaron a la puerta y cerré los ojos, oí mi nombre, tocaron de nuevo, hasta que abrieron la puerta.

—Se que no estás dormida porque vi que estabas conectada en Instagram hace cinco minutos— escuché la voz Nahoya, de mis menos preferidos, no convivía mucho con el por su personalidad tan peculiar.

Se podría decir que éramos amigos, de vez en cuando lo solía soportar, sus bromas y chistes eran decentes y tenía algo de carisma, molesto pero sin duda habían peores.

—¿Desde cuando te volviste inteligente?—pregunte mientras me giraba para verle.

Su cabello, usualmente rizado y esponjado, ahora se encontraba rizado y mojado, por su rostro escurrían algunas gotas que supuse eran restos de la lluvia, debía admitir que a pesar de las adversidades del clima, seguía viéndose bien.

—Siempre lo he sido.

Alce una ceja y me incorpore hasta quedar sentada, piernas estiradas y brazos a mis costados, lo mire expectante.

—Necesitamos toallas, Emma está en la entrada junto con los demás, no quieren pasar para no ensuciar más.

Solté un suspiro y me levante de la cama, me puse mis pantuflas grises para ir hasta el baño, mientras que Nahoya regreso hasta la entrada, oí unas risas y platica, no quise entrometerme mucho, una vez que les diera lo que necesitaban regresaría a mi santuario de la paz.

Cuando llegue hasta la entrada note el desastre que habían hecho, el suelo completamente mojado y embarrado, cerré los ojos con pesadez, los chicos se disculparon y prometieron que limpiarán.

—En otra ocasión les diría que no hay problema pero...— hice una pausa mientras extendía mi brazo para darle la toalla a Mitsuya— como Emma ya lo sabe, justo trapee hoy por la mañana.

—De verdad lo sentimos, Margot.

Fue Draken quien se disculpó una vez más en nombre de todos. Uno de los que frecuentaba más el departamento al ser el novio de Emma, para mi buena suerte era uno de mis favoritos; serio, tranquilo, maduro y relajado. Nunca me molestaba, siempre dejaba todo limpio y además nos ayudaba cuando los electrodomésticos fallan.