Capitulo 1. EL ENCUENTRO

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Eran las 10 am cuando me levante de la cama, un poco adolorido de la cabeza por la parranda de anoche, pero algo hizo que me levantara, es que hoy era el día en el que tenia que buscar a mi prima al aereopuerto.
Como de costumbre me bañe, puse aquella rola que tanto me gustaba oír, me cepille y me cambie me puse como todos los dias casual. Un pantalón de mesquilla y una camisa de cuadros de manga corta. Me peine y ese día ni siquiera desayune, ya era tarde, ella se suponía que llegaba a las 11.
Agarre mi camioneta y me fui a toda velocidad.

Ya eran las 11 para cuando llegue pero el vuelo aún no llegaba, será que ya había llegado y yo ni en cuenta o simplemente el vuelo se había atrasado. M sente en una banca para esperarla, mi prima llegaría de Barcelona hasta que por fin escuche que la aerolínea había aterrizado.

A lo lejos pude verla salir entre la multitud, me costo tanto trabajo pues ella era chaparrita yo le calculaba 150 cm de estatura, así que comenze a acercarme a ella cuando tropeze con una maleta café, un mal gusto para mi esa maleta pero lo peor fue que cai al piso.

- ¿estas bien?

-si, claro, lo siento que tonto soy

En ese momento voltie a ver su rostro, tenia uno ojos café obscuros y grandes, una boca pequeña con un tono de labial rosa fiusha, su cabello era corto que muy apenas le llegaban a los hombros y hasta el suelo podía llegarme el olor tan esquisito de su perfume.
Me agarro de la mano y me ayudo a levantar.

-gracias, y disculpa no te vi.

- no te preocupes, solo ten mas cuidado. Amm..

-Enrique, asi me llamo.
Sonrei con un tono de nerviosismo

-isabell, mucho gusto Enrique
Soltó una carcajada tan fuerte que agache mi cabeza, ¿se estaba burlando de mi o que?

-¿de que te ries?

-es que la verdad, caiste muy gracioso

-oye para mi no fue muy gracioso.
Conteste en tono de burla.- deberíamos salir ¿no crees?

- claro! Deja te doy mi numero.
Saco una libretita y una pluma de su bolso y comenzó a anotar. - ten espero tu llamada.

-así sera, hasta luego

-hasta pronto.
Se volteo y vi como se alejaba, ¡oh dios! Caminaba tan sensual.

-venias por mi, no a ligar

-alicia!
Dios mío, tenia que agacharme demasiado. Pero de igual manera no dejaba de ver como Isabell se perdia entre la multitud.

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