capítulo 5. ERIKA

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-hola mijo, has vuelto!

-siempre lo haré señora. ¿ninguna novedad?

-ninguna, -suspiró- ¿por que sigues viniendo diario? Ya te dije que no es necesario hacerlo. Yo no la dejare sola.

-por que ella es mi vida, quiero estar aquí cuando despierte y que vea que no la he abandonado.

-han pasado ya 11 meses...

-pero cada día que despierto vengo con la mentalidad de que hoy será el día en el que despierte. No me había dado cuenta del tiempo que ha pasado.

-hijo tu aún eres joven tienes 23 años, una muy buena edad para terminar la carrera que dejaste a causa del accidente, o busca trabajo, sal a divertirte.

-yo la amo al igual que usted, por eso vengo!

- hijo, yo ya estoy grande, ya vivi y es lo único que me quda, pero tu tienes a t familia y un camino que recorrer.

- pero si ella llegara a despertar y yo no estoy?

- ten por seguro que seras el primero en saberlo.

-señora no se si deba irme ahorita

-anda. Tee hará bien!

En realidad la señora tenia razón, me había olvidado de lo que era vivir, había olvidado a toda mi familia, incluso me había olvidado a mi mismo.

-señora me dejaría quedarme esta noche con ella.

-esta bien pero solo esta noche. Iré a casa a hacer algunas cosas.

Mire a isabell en aquella cama y recorde aquella noche cuando estuvimos juntos por primera vez

-buenos dias dormilona!

-buenos dias mi amor! ¿cuanto llevas despierto?

-la verdad mucho tiempo. Incluso muero de hambre

-y por que no me levantaste.

-me encanta verte dormida. Eres tan hermosa.

Solte una lagrima. Esa noche dormi a su lado agarrandole la mano suplicandole a dios, que me la devolviera que se la iba a cuidar, que quería seguir con ella. Fueron tantas suplicas que no me si cuenta cuando me quede dormido.

Al día siguiente su madre había vuelto, le di un beso a isabell.

-luego regreso señora.

-dios te acompañe hijo.

Sin darme cuenta llegue a aquel parque donde habíamos tenido nuestra primera cita, parecia que vagaba por las calles como un zombi, siquiera supe en que momento llegue, y cuando reaccione y me si cuenta comenze a llorar como un niño.
Borrosamente vi a alguien acercarse, me seque las lagrimas, era una mujer al teléfono, parecia que se sentaria en el mismo aciento en el que yo me encontraba.
Mire hacia el piso y cuando se sentó solto una carcajada, que me hizo recordarla.

-¿estas bien?

-si, si perdona. -conteste mientras me secaba las lagrimas-

-¿puedo ayudarte en algo?

-no, no es nada. -voltie a mirarla.
Tenia una bella sonrisa que cuando reia sus chapetes se notaban mas, era casi mi estatura pero claro solo con tacones, cabello largo rojo obscuro, unos ojos verdes y unas largas pestañas, con un pirsing en la ceja. No lo negue era muy bonita.

-sabes, nadie jamas llora por nada, ten secate esas lagrimas! -saco un pañuelo de su bolso-.

-gracias!

-y bien, me contaras que te pasa?

-amm..quizá en otra ocacion.

-enserio? ¿me estas citando?

-no, yo...

-es broma amigo, no te asustes... Me llamo Erika!

-Enrique, perdon que no me haya presentado, y disculpa que me veas así.

-aveces es necesario desahogarte, ¿quieres un café?

Solo eso bastaba, no se como ni porque pero había accedido a tomar el café con ella, sin lugar a dudas era esa clase de chicas sociales que le encantaba tener amigo y que sin duda me había brindado confianza.

-¿y como se llama ella?

-isabell.

-que triste Enrique en verdad lo lamento. Oye debo irme pero sabes que debes continuar, yo se que tienes gente que te necesita y esta preocupada por ti. Sabes cuando gustes puedes desahogarte conmigo creeme que no tengo ningún problema.

-ni con tu novio?

-soy completamente soltera.
Agarro su bolsa y saco una pequeña tarjeta con su numero de celular.

-¿eres abogada?

-si señor, de hecho me acabo de graduar, pero ya solita me comienzo a dar publicidad.

-no pareces, menos con los pirsings

-no deberías juzgar a las personas por su apariencia puedes llevarte una sorpresa. Entonses me llamas?

-claro que lo haré, no te preocupes por eso.

En ese momento Erika salio del restaurant, había quedado anonadado con su forma de ser, parecia que me la había cruzado por alguna ocacion, pero sin duda algo me hacia recordar a isabell.

Esa misma noche había soñado que me casaria con isabell, pero lo mas extraño fue que al levantar el velo era Erika la que estaba ahí.

Ericka? Que pasaba conmigo, fue tan extraño, me sentí tan extraño que esa misma noche ya no volví a pegar el ojo después del sueño.

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