Heartbeat

20

El silencio inundaba la habitación, las ventanas estaban levemente abiertas, y las cortinas se mecían como bailarinas a causa del viento. Afuera hacia frío, el cielo se oscurecía a causa de las nubes, que amenazaban con lluvia. JongWoo estaba sentado a la orilla de la cama y MoonJo estaba en su escritorio, esta vez había cambiado lugar con Sunny, había sido él quien fue con MoonJo a pasarle un resumen de la materia.

Se sentía culpable por haberlo tratado mal la última vez, no podía ni dormir tranquilo pensando en él, algo que lo molestaba.

JongWoo suspiró dejándose caer de espaldas en la cama de MoonJo.

- ¿Por qué tienes una cama tan grande?.... Mi habitación es tan pequeña que apenas cae la mitad de esta cama.... Un poco menos de la mitad....

MoonJo se volteó a mirarlo, la silla giraba, así que se volteó fácilmente aún sentado para mirarlo.

- Supongo que me gusta tener espacio al dormir.... puedo estirarme con más comodidad.

JongWoo se estiró en la cama, soltando un suspiro.

- Es bastante cómoda, que envidia.

MoonJo pensó un poco antes de preguntar.

- ¿Por qué vives en un apartamento tan pequeño?

- Bueno, verás, mi familia es muy unida y soy el consentido, pero somos bastante pobres. Así que prefiero que mi madre sea la que viva cómodamente hasta sus últimos años y yo sea quien me esfuerce.

- ¿Tu madre donde vive?

- En la isla Jeju, compré una cabaña para ella, está muy feliz allí, tiene una pequeña tienda, aunque ella dice (como algunas madres siempre dicen....) "lo que más me hace feliz es que tú estés bien" - Sonrió -. Mi madre crió a dos hijos ella sola.... y no sabes lo destrozada que estaba cuando perdimos a JiEun... se sintió tan culpable y siento que aún se culpa.... - Su sonrisa se transformó en una mueca.

MoonJo ladeó la cabeza.

- ¿Tú estás bien?

JongWoo se sentó y lo miró, cruzando miradas, no quería mentir, sentía la necesidad de ser sincero con el mayor.

- No lo sé... - Confesó - Trato de estar bien.... pero la verdad, la mayoría del tiempo me siento perdido y confundido.... - Ladeó la cabeza, mirando el piso - Creo que muchas preguntas que sé que jamás serán respondidas, atormentan mi mente.... posibilidades del pasado.... tantas soluciones que pudieron haber a esos problemas.... los caminos que terminé tomando.... todo eso hace que mi mente cree una enorme crisis.... a veces ni siquiera sé qué estoy haciendo con mi vida....

MoonJo lo escuchaba atento.

- ¿Sabes? - Agregó JongWoo - Dije que ya había superado lo de JiEun.... pero no es así.... me planteó mil veces superar eso.... Dejarla ir.... pero... no puedo, hay algo en mi cabeza que me golpea, que lastima justamente mi corazón y hay tantas razones que me hacen sentir inquieto.... quiero saber por qué razón se suicidó... quiero saber quién fue lo que causó que ella hiciera eso - Sus ojos picaron y sus labios temblaron - Quiero saber quién la mató.... - Murmuró, callándose por miedo a empezar a llorar, no quería llorar, no le gustaba llorar, no le gustaba que lo vieran llorar.

Apretó sus labios y cerró sus ojos, agachando levemente la cabeza.

Escuchó el sonido de la silla, MoonJo se había levantado, y tan pronto como alzó la vista, fue rodeado por un abrazo, un cálido abrazo, un fuerte abrazo, los brazos de MoonJo rodeaban la espalda de JongWoo, su cabeza se asomaba por el cuello de JongWoo, los cabellos de su cabeza acariciaban las mejillas del menor.

- Llorar está bien.... no puedes contener esa pena.... tienes... que desahogar esos sentimientos... no tienes porque sentir vergüenza de estar triste, es completamente normal.... puedo entender claramente lo que sientes.... quizás no del todo.... pero.... puedo.... saber lo que sientes.... - Empatia. Eso era lo que sentía, y también dolor, compartía su dolor, sabía bien lo que era perder a un ser amado, sabía bien sobre los cuestionamientos que la persona se hacia ante la muerte de alguien - Sólo llora. - Su voz sonó cálida y suave, sumado a que con sus manos comenzó a acariciar con cuidado y delicadeza la espalda y cabeza del menor.

JongWoo comenzó a llorar, sus lágrimas después de tanto tiempo retenidas, salieron a la luz, asomándose por las ventanas de su alma, deslizándose entre la piel que se tornaba levemente rosada, causando un leve cosquilleo en sus mejillas, sintiéndo su pecho subir y bajar por los sollozos, su cabeza dejaba de doler por haber soltado esa carga emocional, se dejó abrazar, correspondiendo también a esas cálidas alas, se sentía protegido, se sentía bien, dejó salir todo su dolor, todo su tormento, aferrándose con fuerza a ese ángel guardián, frotando sus mejillas contra el costado de su hombro, llorando como un niño perdido recién encontrado, asustado, pequeño y temblando, pidiendo que ya no lo dejaran, que ya no soltaran nunca más su mano.

[♡]

Al despertar, su mirada se vio atrapada entre sus pestañas, casi como si sus párpados no quisieran abrirse, bostezó, cerrando fuertemente sus ojos mientras se estiraba, y después de unos segundos, se sentaba rápidamente en la cama, la cual no era suya.

Miró al rededor. Era la habitación de MoonJo, ¿se había quedado dormido? ¿Cuándo? Se sintió algo avergonzado, al voltear la mirada, notó que MoonJo seguía sentado en su escritorio, solo que estaba dormido sobre sus brazos.

Frunció el ceño.

Se habrá quedado escribiendo, pensó.

Se levantó y caminó hacia el mayor, MoonJo dormía tranquilo, su cuerpo se movía ligeramente por su calmada respiración, tenía los ojos cerrados y la boca entre abierta, JongWoo sonrió divertido al notar que se había babeado el brazo, supuso que el pobre estaba cansado, estudiaba a pesar de que tenía que descansar por estar enfermo.

Acarició la frente del mayor, quitando algunos mechones de pelo, su cabello era suave, JongWoo ladeó un poco la cabeza, MoonJo pareció removerse levemente y cerró su boca soltando un "Mhh".

JongWoo no podía evitar sonreír, el mayor era realmente lindo.

Sin pensarlo muy bien, casi por impulso, como si fuera algo tan natural, depositó un beso en la frente de MoonJo.

A pesar de darse cuenta de lo que había hecho, solo sonrió nervioso y se alejó del mayor para ordenar la cama.

Planeaba también, prepararle el desayuno, era un día viernes, y por suerte, no había clases por temas institucionales, se quedaría quizás todo un fin de semana con MoonJo, claro, si este se lo permitía.

JongWoo quería cuidarlo.