Estacionaron el auto en una zona al lado de la puesta y Jimin antes de bajar se dio unos retoques en el espejo retrovisor. Pero al final se rindió y decidió colocarse la capucha encima, para lucir más "intimidante".
—¿Entonces yo debo esperar aquí lejos?
—Sí —explicó—. Quien sabe, si nos ve a los dos pensará que vinimos a pegarle por robarme.
—Entiendo.
Su celular marcaba las once y tres minutos, estaba en la hora acordada así que decidió llamar al sujeto, o bueno Jeon Jungkook como decía su perfil de Facebook. Marcó el número que y llamó.
¿Hola? Estoy en el paradero, ¿tú dónde estás?
—Estoy en el paradero también —comenzó a mirar por todos lados—. A ver alza tu mano.
A unos pasos de él, justo cruzando el semáforo un joven alzaba su mano. Jimin por un segundo, solo uno, agradeció mentalmente que le hayan robado. Porque, ¿acaso era un jodido modelo el que venía hacia él? Alto, cabello un poco largo que caía sobre sus grandes ojos y unas botas que parecían iban a reiniciar la vida a cualquiera que golpeasen. El rubio tuvo que morder el interior de sus mejillas para espabilar.
—¡Hola! —saludó al llegar a su lado—. Soy Jungkook —se presentó.
El contrario quedó bobo por unos segundos y reacción cuando el menor chasqueó sus dedos frente a él para llamar su atención.
—Ya sé que estoy bien guapo, pero no es para tanto.
Antes de que pudiera responder, una corriente de viento los envolvió. Y el menor quien antes no había podido apreciar bien a su "cita", gracias al aire que tiró hacia atrás la capucha, fue capaz de ver lo que sería su nueva perdición, malditamente lindo.
—Bueno, tú también estás guapo —halagó—. Pero yo lo estoy más.
—Creído —chambón, pensó—. Y bien, ¿dónde están mis tabas?
Jungkook alzó una bolsa de tela negra indicando que ahí estarían, pero antes de que el rubio pudiera tomarla, este se adelantó y la retiró de su alcance.
—¿Las palabras mágicas?
—Devuélveme las tabas, choro de mier... —el más alto no lo dejó terminar.
—Esa boquita —movió su cabeza a ambos lados—. Debo decirte algo antes.
Jimin elevó sus cejas. Admitía que era lindo, pero comenzaba a irritarse y su belleza no sería una excusa para evitar que en cualquier momento lo callara.
—¿Qué?
—Verás, te contaré una historia muy divertida —la paciencia de Jimin parecía disminuir con cada palabra—. Cuando te robé las tabas —el contrario endureció la mirada—, tenía seis años así que mi mamá me riñó una semana entera.
—Bien hecho —murmuró enojado.
—Entonces lo que tengo aquí no son tus tabas.
Los ojos del rubio se abrieron en grande, ¿se había atrevido a hacerlo ir hasta allá por gusto? ¿Aún cuando se lo había advertido?
—Las donamos a los dos días de robarlas, ¡no me mates!
—¡Tú! ¡¿Donaste mis Nike de pollitos?! Eres un... —trataba de buscar las palabras—. ¡Eres un estúpido! Me hiciste venir hasta aquí como si no vivieras lejos de mi casa con la ilusión de recuperar mis zapatillas pero solo me encontré con un bruto de mier...
De nuevo no lo dejaron decir su improperio, pero esta vez no fueron palabras las que lo impidieron, sino más bien una acción en específico. La bolsa que tenía Jungkook en la mano acabó en el suelo luego de tener la increíble idea de que no hay nada mejor para callar a alguien que con un beso.
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Playground [kookmin mini au]
FanficDonde por una simple publicación en facebook, Jimin encontraría al niño que le robó las nike de pollitos hace 10 años. Park Jimin: "Me acuerdo que cuando tenía como 8 años un csmr me robó mis tabas nike". Jeon Jungkook: "Recuerdo cuando le robé las...