[EVOLUCIONAR] - Symbrock

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Salir con Venom había sido un éxito rotundo hace algunos años, quizás, pero desafiar las profundidades bulliciosas y abarrotadas de un centro comercial sonaba como una hazaña aún más desafiante que una mera cita nocturna.

Eddie pensó en esto una y otra vez, mientras sentía como sus miedos rebotaban en las paredes de su cráneo como un maldito mantra, sin embargo, el hombre necesitaba captar más de unas pocas cosas. En los meses en los que el simbionte se había convertido en una presencia profunda en su vida, el había dejado atrás más que unos pocos líos en el camino.

"Yo no arruino las cosas, tú lo haces...perdedor " refunfuñó Venom molesto.

Eddie viro sus ojos.
–¿Cómo? ¿Cómo diablos es mi culpa?–  replicó con un matiz de agitación en su tono.

Venom estaba lleno de argumentos para responder, pero la ubicación en la parte trasera de una audiencia de autobús con aspecto bastante asustado los mantuvo bastante tranquilos. Qunque ya habían recibido miradas más que suficientes para hacer enrojecer a Eddie, no pareció obstaculizar su disposición para luchar con su novio.

– No, no, que se joda este autobús. ¡Quiero saber por qué sigues culpándome por los líos que haces!– Eddie escupió con una voz un tanto susurrada.

Podía sentir a venom emergiendo de nuevo en su mente, los pensamientos abundaban y los tentáculos se agrandaban alrededor de los brazos del hombre.

"¿Por qué estás tan enojado?" el alienígena lo neutralizó con esa única declaración y Eddie se hundió en su postura erguida en el asiento con un suspiro.

Era el miedo lo que lo mantenía con ganas de pelear, algo que le recordara que su otro estaba aquí, pero también lo mantenía alejado su cerebro y pensamientos, ya que bullía con las sospechas de lo que podría pasar cuando los dos estaban fuera y sobre todo quería que Venom lo envolviera sin que le doliera el persistente pensamiento de que estar con el, era una tarea peligrosa.

Apesar de que era solo eso...
¿Cómo podía Eddie decepcionar a su novio de otro mundo con su paranoia?
¿Cómo podía asegurarse de que cuando venom se calentara un poco, no le arrancarían la cabeza a un empleado de la tienda y dejarían a docenas de testigos a su paso?
¿Cómo podía evitar que el simbionte recreara lo que había ocurrido tiempo antes en la tienda de la Sra.Chen con ese pobre tipo asustado al que solo le quedaba desesperación?

No podía permitir que Venom y el arruinaran a más personas, y por más desesperado que quisiera mantener esta relación lo más típica posible, sabía de lo que era capaz este simbionte.

Aunque de ser nada más que un pensamiento racional de lo que sucede cuando su otro está cerca, eddie no quería dejar que Venom lo supiera esta vez. Incluso si no se iba a descomponer, dejó que su cuerpo se hundiera en una masa de su otro. Si iba a estar deprimido y angustiado, al menos lo haría con su novio consolándolo inconscientemente.

"Eddie ... ¿Qué pasa?" arrulló el alienígena.

– ¿Qué pasa?, ¡Lo que pasa es que te manifiestas en toda mi ropa !– La voz del hombre se vio obligada a bajar con cada palabra que salía de su boca.

"Definitivamente ese no es el problema, eddie".

El hombre estaba cada vez más cansado

– Sal de mi cabeza carajo ...–  se quejó con voz apagada, saliendo del autobús lleno de espectadores preocupados y paseando por las puertas de cristal de su centro comercial local.

Desde que había tenido su cita hace algún tiempo con Anne y Dan, Eddie se había dado cuenta de que su atuendo era menos que deseable. Sus playeras y pantalones de sus días más activos como reportero le quedaban un poco más ajustados que antes de su dieta post-venom. Cualquier otra ropa restante seguramente había sido usada como un trapo o un juguete por el extraterrestre en un intento de mantener el desorden dejado a raíz de sus propias noches personales, y Eddie se había cansado de usar la misma camiseta negra vieja y desgastado jeans en la rara ocasión en que su trabajo le impuso una verdadera tarea en su trabajo. 

venom suspiró internamente.
"Bueno, me gusta bastante la camisa negra ..." continuaron mientras Eddie caminaba por los escaparates, tratando desesperadamente de ignorar a su compañero. "Te queda muy bien".

Eso se ganó una pequeña sonrisa, algo que el hombre realmente no pudo evitar cuando el lado "blando" de su pareja salió a la superficie. Tan pronto como esa sonrisa le hizo cosquillas en los labios, inmediatamente la reprimió con un bostezo falso y volvió a su expresión normal.

Caminó hacia una pequeña tienda, sin siquiera molestarse en examinar el nombre o la naturaleza del establecimiento, sino,  confiando en las pocas piezas formales que exhibían en sus escaparates. Exhaló agradecido por la falta de multitud en el lugar, las únicas otras personas eran el empleado y el cajero que parecían aburridos hasta la médula.

Contento con sus posibilidades de hacer una compra exitosa sin incidentes, el hombre atacó un estante de camisas, su inquietud sin sentido lo ayudó a bloquear las divagaciones que continuaban vagando en su cerebro.

"Eddie ..." venom siguió hablando.

"¿Qué?" Eddie le espetó mientras miraba hacia abajo un botón negro. Acariciaba la tela, el suave algodón debajo de las yemas de sus dedos se volvió cada vez menos disponible para él, y pronto su mano entera estuvo cubierta por la masa espesa y negra. El hombre puso los ojos en blanco, sacudiendo su brazo para intentar que el slime se retirara.

"Me gusta este", un tentáculo se extendió lo suficiente como para acariciar la camisa en señal de aprobación, "póntelo".

En un instante, Venom comenzó a colocar la camisa de su novio por encima de su naval, casi pelando con cautela a la tela lejos del hombre.

– ¡Veneno, no! ¡Aquí no!– Proclamó una vez que el artículo ya estaba sobre al frente de su cara. En la conflictiva lucha de poder entre el extraterrestre y su anfitrión, Eddie solo pudo arreglárselas para apartarlo de un solo ojo, dándole suficiente periferia para encontrar un probador.

Una vez que localizó su escondite, Eddie se apresuró a abrirse camino detrás de una cortina que llegaba hasta el piso y se metió rápidamente en una esquina. Con la cabeza aún atrapada en la camisa, el hombre luchó sin poder hacer nada con el otro hasta que se liberó, el rostro completamente expuesto y los zarcillos lentamente haciéndose escasos.

Miró fijamente en el espejo crujiente frente a él, examinando la expresión de preocupación y agitación plasmada en su rostro. No pudo evitar pensar, ¿cuándo venom le hizo sentir así? seguro, lo amaba, pero ¿cuándo desaparecieron la pasión por los viajes y la novedad que conllevaba llamar suya a una especie de otro mundo? ¿Cuándo el dilema moral que vino con esta pareja lo redujo a nada más que un desastre frustrado?.

"No queremos eso para nuestro Eddie ..." refunfuñó Venom, casi sonando patético.

Eddie continuó mirando fijamente a su reflejo, ignorando las huellas de las manos y las manchas a lo largo del vidrio sucio y, en cambio, se centró en su propia apariencia desgastada. En ver sus ojos, que estaban profundamente incrustados en sus cuencas, anillos de color morado oscuro e incluso algunos hematomas leves cubrían sus ojos. Su barba había crecido significativamente, su vello facial se acumulaba en su mandíbula e incluso parcialmente en su cuello. Debajo de este lío de cabello, sudor y heridas al azar estaban plasmadas en su piel pálida, dándole la apariencia de un desastre andante.

Miró con más atención la propia mirada de su reflejo, simplemente, cansada.

Eddie no quería esto.

No quería que el amor de su vida le quitara ese mismo recurso.

No quería seguir con el miedo constante de que se destruyeran más vidas.

Ya no quería lastimar a nadie y, sobre todo, no quería lastimarse a sí mismo nunca más.

Simplemente...

Simplemente sentía que ya no podía más.