? ִ˖ en donde, hueningkai es el capitán
del equipo de porristas.
y choi soobin es el típico popular
que adora molestarlo.
❝ ―¡déjame hacer mis saltos tranquilo choi!. ❞
⠀?ㅤ۪ ¡ adaptación !
...
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―Este hace que me vea potón.
Beomgyu viró los ojos.
―Todos hacen que te veas potón ― Dijo ya cansado.
El porrista posó ambas manos en su cintura y se observó a través del espejo.
―¿Sí verdad? ― Rió.
Beomgyu bufó y cambio de posición en la incómoda silla del camerino. Sintió su estómago quejarse.
―Kai-ah, ¿Puedes apurarte?, tengo hambre y de los catorce que te probaste, los catorce te quedan bien ― Se desesperó ―¡Solo elige uno!.
Kai lo ignoró y se encerró de nuevo para colocarse sus prendas iniciales. Salió sosteniendo el bléiser celeste bebé, junto con la camiseta con estampado de girasoles en tonos azules y los pantalones sailor. En resumen, ¡El puto primer conjunto de prendas que se probó!.
Beomgyu sentía sus venas reventar.
―Disculpe... ― La señorita que lo estuvo atendiendo llegó a su lado inmediatamente ―Me voy a llevar estos.
La chica sostuvo las prendas verificándolas y asintió, lo mirando de arriba abajo con el labio inferior entre sus dientes.
―Por supuesto, apuesto joven ― Lo miró con una sonrisa. Ay no... ― Sígame para que pague en caja.
Kai asintió y siguió a la chica rezando mil aves marías internamente, rogando estar confundiendo amabilidad con coqueteo.
―¿Va a pagar con efectivo o tarjeta? ― Habló una masculina voz.
Uy por ti...
―Con el orto.
Sus ojos se expandieron apenas las palabras que habían residido en su mente abandonaron sus labios.
¿Es enserio, enserio había soltado tremenda estupidez?, se quiso auto cachetear.
Dios, no puedo creer que haya dicho eso.
―¿Disculpe, que dijo? ― Preguntó el chico detrás del mostrador.
¿Está haciendo como que no escuchó o sufre sordera?, fuera cualquiera de las dos opciones, Kai las agradecía.
―S-Sí... Eh, con efectivo ― Dijo aún avergonzado.
El chico asintió.
―¿Boleta o factura? ― ¿Qué chucha son eso?.
Ay que ansiedad.
Hizo memoria como sea y recordó a su mamá eligiendo boleta, así que escogió esa opción, aún sin saber muy bien de que trataba. Dictó su número de identidad y la chica que lo había atendido llegó con una bolsa donde estaba su compra. Antes de poder agradecer ella le tendió un papel.
―Es mi número de celular ― La vió sonrojarse ―Si estás aburrido podrías llamarme.
