深 salta sobre mi ─ sookai

07: Mi niño que habla con lombrices

Soobin era especial Taehyun lo supo desde que le vio pedir a una lombriz ser su seguidora.

Sin embargo, un niño con poderes de entender a las lombrices no era problema para él, ¡Él quería ser su amiguito!.

Y a la edad de 13 años, llevando ya dos de estos en amistad con el chico castaño. Descubrió que no, él no podía entender a las lombrices. Le dolió que le haya mentido, pero más le dolió el cambio radical que dio su amigo de sonrisa de hoyuelos.

Ya no era su Bin.

Empezó a tener una mirada de superioridad y a buscar la atención de todos.

Cambió de noche a la mañana. Sin embargo, no le costó mucho hacerse conocer en su colegio, era un niño apuesto.

Pero esa amistad que habían construido en dos años empezaba a ser de segundo plano para el pelinegro, mientras que un niño de grandes ojos se preguntaba que hizo mal para que su amigo lo apartara de tal fea manera.

Él extrañaba mucho a su Bin.

Pero todo simplemente se descontroló un día.

Soobin no había ido a la escuela aquel día viernes, Taehyun decidió que sería buena idea llevarle su tarea y ver la razón de su inasistencia. Llegó a la casa de su amigo y luego de dar unos suaves toques a la puerta esta se abrió dejando ver a un hombre que al parecer ya iba de salida. El hombre lo miró y se fue alegando "Tú amigo está arriba. Cierra la puerta".

No le dio tiempo ni de decirle las buenas tardes al señor ―al parecer padre de su amigo― ¡Su abuelita estaría decepcionada de él por no saludar!

―¿Bin? ― Decía mientras se sacaba sus zapatitos y los dejaba en la entrada para finalmente cerrar la puerta ―¡Soy Tae!, ¡Vine a ver porqu-

―¡¿Soobin?!.

Apenas abrió la puerta de la habitación en la planta superior, tal como el señor le había indicado. Su amigo había caído desmayado encima suyo.

No sabía qué hacer. ¡Él era un niño!.

Pero necesitaba crecer, crecer por su amigo.

El suceso terminó bien. Taehyun superó su miedo de hablar con extraños cuando pidió un taxi y multiplicó su fuerza al sacar el cuerpo inerte de su amigo para que le puedan dar ayuda en ese hospital.

Soobin al despertar lloró. Lloró porque en esa espesa penumbra que tenía por vida vino una luz a rescatarlo. Su luz personificada en un niño de grandes ojos que tenía miedo de hablar con adultos extraños y dormía abrazando una mantita que le hizo su abuela, el niño que el apartó alegando que con él no podría ser popular en su colegio, una simple tontería.

Ellos podían ayudarse juntos.

Ellos podían crecer juntos.

Necesitó desmayarse de fiebre para darse cuenta.

―¡Eres un traidor!, ¡Deshonra, ¡Deshonra a tú familia!.

―¡Deshonrado tú!.

―¡Deshonrada tu vaca!.

Y rompieron en sonoras carcajadas, Alto, ¿No estaban peleando?.

―¡Tae! ― Gritó de repente Soobin incorporándose de la cama de su pelirrojo amigo ―¿Y si le pongo chinchetas en su asiento?, aissh no... El niño de sonrisa bonita tiene su parte de atrás de titanio, seguro los perfora al asiento.

Bufando se volvió a acostar tal como lo estaba al inicio.

―Bin de mi corazón, te dije que no pienso participar en lo que sea que estés pensando, ¿Quieres que me expulsen del equipo acaso?, Es mi jodido capitán.

―Pero Tae~

―Pero nada mi pupicielo, no pienso arriesgar mi puesto en el equipo por tu capricho ― Dijo negando de un lado a otro, hasta que una duda se instaló en su cabeza.

―¿Soo bebé...? ― El contrario emitió un "Mm" para que continuara ―¿Por qué te interesa tanto esto de Kai-sshi?, Tú no eres de hacer nada por nadie. En el problema el afectado es él, tú no.

Justo en el clavo.

Cerró sus ojos y suspiró bajo la atenta mirada del pelirrojo.

Yo también quiero saber el por qué, Tae.

Pero me asusta pensar mucho en eso también.