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Una semana después, entrando el año nuevo, Kate volvió a Nueva York. Había resentido el tener que dejar la granja de los Barton y a todas las personas maravillosas que había conocido ahí para volver a su vida en la gran ciudad, pero de igual forma, Kate tomaría cualquier oportunidad para escaparse de nuevo aunque sea por un fin de semana al mes.
En cuanto a su situación con Yelena Belova; Kate esperó a que volviera por 3 días hasta fin de año, la llamó y le envío incontables mensajes de texto que estaba segura, Yelena ni si quiera había visto.
Quizá, después de todo, Yelena tenía razón. No debían estar juntas. Kate no debió enamorarse tan estúpida y perdidamente de una espía que había sido contratada por su madre para asesinar a su mentor porque justo ahora, si pensaba demasiado en ello, se sentía como si ese amor le hubiese atravesado el pecho como una flecha que ardía y que le haría caer muerta en cualquier segundo.
Debía resignarse a que Yelena fue una de esas cosas grandiosas que le pasan a todos al menos una vez en la vida, y que no importaba si lo había disfrutado o no: pues ya no volvería.
Aún faltaban un par de días para el juicio de su madre, y por momentos, se planteaba la idea de no asistir, pues por mucho que le doliera, no había nada que pudiera hacer o decir para evitar que Eleanor Bishop pasara un largo tiempo en prisión por sus crimenes. Así que por la mañana, Kate salió a caminar por las calles de la gran manzana con Lucky, quién vestía un suéter violeta parecido al que ella misma vestía. Entre el frío, algunos adornos navideños que aún brillaban adornando el lugar, y las personas que por allí caminaban, Kate creyó ver a Yelena en la figura lejana de una chica rubia que se alejaba cada vez más hasta que la vió desaparecer entre la multitud.
Por la tarde, cuando fue a almorzar a su cafetería favorita y se hallaba sentada en una de las mesas solitarias del rincón al lado de un enorme ventanal, jugando con la comida de su plato, no pudo ignorar ese sentimiento; se sentía profundamente observada. Kate volteó hacia todas las personas en las otras mesas, pero justo como creyó, nadie le estaba prestando atención.
Entonces, ¿por qué se sentía como su hubiese una mirada que se resistía a perderle el rastro?
La atención de Kate se dirigió al ventanal a su lado y así fue como aquel sentimiento despareció junto al sonido de una suela y un par de tacones golpeándose contra el pavimento; sonido que se desvaneció tan pronto como Kate fue conciente de él.
Kate estaba segura de estarse volviendo loca.
Y cuando la noche cayó, Kate llegó agotada a la casa de su madre en la que se quedaría algunos días más hasta que su departamento quedase completamente reparado. Al abrir el gran portón, fue recibida por Lucky, que le saltó encima y movía la cola como un rehilete, feliz de verla aunque solo hubiese estado algunas horas fuera. Kate lo abrazó y dejó que el can le diera un par de lamidas en la cara y cuando recompuso su postura para asegurarse de cerrar el portón, el perro pizza ladró y corrió hacia un punto específico, esperando a que Kate lo siguiera. Eso sin duda extrañó a Kate, pues Lucky usualmente la seguía a todas partes cuando recién llegaba a casa.
Decidió seguir a Lucky, quién la guió hasta el salón en donde vió la puerta de la oficina de su madre abierta; lugar al que Kate no había entrado desde hace años cuando se mudó de casa y al cuál, se negaba a entrar ahora que su madre estaba presa y que concecuentemente, era imposible que se encontrara abierta. Kate cerró los ojos, echó la cabeza hacia atrás y suspiró con total hartazgo antes de entrar a la oficina, sabiendo y temiendo a quien la esperaba ahí.
──¡Es tan adorable! Creo que lo extrañé más a él que a tí── dijo Yelena, sentada en aquella poltrona forrada en cuero de búfalo que adornaba el escritorio sin vida de la oficina cuando vió a Kate entrar. Kate la miró con mala cara, sobre todo a Lucky, a quién consideraba un traidor por correr a echarse a los pies de Yelena.
──Te diría que yo también te extrañé, pero no sé que tan cierto sea── soltó Kate, cansada, pero con filo en sus palabras.
──Puedo explicarlo── dijo Yelena. Kate la miró con gesto adusto por algunos segundos para después, concederle la palabra ──Tenía que irme, tuve algunos... asuntos por resolver.
──¡Oh! ¿Acaso te refieres al trabajo que dejaste sin hacer al no asesinar a Clint?── dijo Kate con ironía.
──Exacto, tuve que rechazar varios millones de dólares para dejar vivir a ese anciano, ¿sabes?
──¿¡Esperas que te lo agradezca!?
──No.
Kate miró a Yelena con los ojos entre cerrrados antes de recargar los brazos sobre el escritorio, frente a Yelena.
──Escucha... Sé que te prometí que jamás te pediría nada a cambio más que me quisieras de vuelta. Pero... eso de irte sin si quiera avisar me hizo sentir como si ya no te importara.
──Lo sé, lo siento, no era mi intención. Pero estabas dormida y te veías tan tranquila que no quise molestarte. No volverá a pasar.
──¿Y si vuelve a pasar?
──Puedes golpearme, si quieres.
──Yo no haría eso── Kate rió.
──Pero si ya lo haz hecho.
──¡Estaba intentado detenerte de cometer un homicidio! ¡No cuenta!── se quejó Kate ──¿¡Y por qué no contestabas mis mensajes!?
──¡Lo siento── Yelena levantó los brazos, rindiéndose ante Kate ──Era mi número de trabajo, me deshice de él hace como seis días. Te daré mi número personal, si aún lo quieres.
Kate cedió; no confiaba mucho en Yelena, pero quería hacerlo, debía darle una oportunidad para averiguar. Entonces, rodeó el escritorio hasta llegar a Yelena y cuando la tuvo de frente, la tomó de la mano y tiró de ella, obligándola a levantarse y a seguirla fuera de la oficina.
──¿Se puede saber a dónde me llevas?── cuestionó Yelena ahora mucho más relajada, curiosa además.
──Me debes un trago, ¿recuerdas?
[nota] eale🤠
pido mil perdones por tardarme tanto en actualizar, el trabajo me está consumiendo y en mis días libres prefiero andar en bici o quedarme en casa a jugar LoL, pero ayer me puse las pilas y escribí ésto, un capítulo extra y ya estoy en proceso del capítulo final. quiero publicar todo lo antes posible para pasar a la siguiente fic que tengo planeada para ser un angst porque ésta estuvo demasiado soft.
anyways, lxs amo, nos vemos pronto✨
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Scary love [Katelena]
Fanfiction𝐒𝐂𝐀𝐑𝐘 𝐋𝐎𝐕𝐄 | ''𝐌ú𝐝𝐚𝐭𝐞 𝐚 𝐥𝐚 𝐜𝐢𝐮𝐝𝐚𝐝 𝐜𝐨𝐧𝐦𝐢𝐠𝐨, 𝐧𝐨 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐫𝐨 𝐞𝐬𝐭𝐚𝐫 𝐬𝐨𝐥𝐚. 𝐍𝐞𝐧𝐚, 𝐭𝐮𝐯𝐞 𝐦𝐮𝐜𝐡𝐚 𝐬𝐮𝐞𝐫𝐭𝐞 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐢𝐠𝐨, 𝐧𝐮𝐧𝐜𝐚 𝐩𝐞𝐧𝐬é 𝐪𝐮𝐞 𝐥𝐥𝐞𝐠𝐚𝐫í𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐭𝐚𝐧 𝐥𝐞𝐣𝐨𝐬, 𝐦𝐞 𝐭𝐢...