Estaba ciega...

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Halloween.

Anteriormente dije que no me gustaban las festividades, y no me gustan, pero a mis amigos si.

- ¿Quieres ir?.

Me invitó Mabeline a una fiesta de Halloween, la idea no me gustaba para nada, pero me quise ahorrar el típico discurso de todos los amigos, tienes que salir y disfrutar tu juventud, vamos, no te puedes quedar sola un sábado por la noche, así que acepté.

Te invité, aceptaste, no me sorprendió. Tú eras demasiado fiestero y yo, una abuelita que hacía galletas los domingos para los nietos.

- voy por un trago.

Inmediatamente dijiste eso te esfumaste.

Te vi hablando con una chica, quise olvidarme de eso, yo no soy una celosa. Al día siguiente saliste, llegaste tarde, no hice caso. Te volviste distante, no hice caso.

Hasta que Mabeline trajo esas fotos en las que te estabas besando con una chica en la fiesta de Halloween, la misma con la que te vi hablar.

Estaba ciega, no, me hice la ciega.

Estaba tan enamorada de todo lo que me hacías sentir, que ignoré todo lo demás. No quería perderte, me gustaba tu compañía.

Terminamos.

Nuestros recuerdosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora