¿Y por qué no?

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Ya era de tarde por la noche, prácticamente entrando en la madrugada. Y tal como sospechábamos, resultó ser que había tanto reporteros como periodistas asechando frente la entrada del hospital durante todo el día creando notas para hacer noticia del choque. Afortunadamente el hospital tiene normas de respeto a la privacidad del paciente y gracias a ello pudimos estar tranquilos todo el día sin la necesidad de preocuparnos de que alguno nos moleste.

Debería estar dormida, pero simplemente me quedé mirando el techo y con la mente dando vueltas en el mismo tema una y otra vez.

Cuando miré las noticias de la TV esta tarde, no dejaban de relatar lo de aquel accidente, y llegué a sentir bastante fuerte cuando hablaron del criminal que falleció.

Ni si quiera sabía el nombre del animal que maté, hasta luego de hacerlo...

—¿Qué haces despierta a estas horas? —preguntó Nick.

Él estaba acostado en otra camilla en el otro extremo de la habitación. Giré mi cabeza a ese costado con la intención de verlo, y allí estaba mirándome tal y como yo hacía con él...

Si me lo propusiera, estoy segura que me quedaría toda la noche sólo viendo sus brillantes ojos verdes que relucían de forma tenue a través de la oscuridad.
Odio admitirlo, pero tiene ojos muy bonitos.

—Sólo estoy pensativa...

—¿Puedo tener el honor de saber que pasa por esa cabecita?

Volví a mirar al techo antes de contestarle.

—Lo de siempre, ya sabes —respondí intentando sonar lo más casual. —Cosas que no tienen nada que ver con que provoqué la muerte de algún animal.

—¿En serio tengo que volverte a dar el discurso de que hiciste lo correcto? —Sonaba irritado al respecto.

—Ya sabes cómo soy... No puedo evitar sentir que pude haberlo hecho mejor y que no había necesidad de llegar a tal extremo...

—Sí, pudo salir mejor si fueras algo más, pero no eres una super heroína que puede salvar a todos. Y tampoco eres una asesina que quita vidas sólo por que sí. —argumentó. —Eres un oficial de policía que hizo lo mejor, e incluso más de lo que cualquiera haría en esa situación.

Entiendo el punto de Nick, pero...

—Sé que no es culpa mía... Pero aun así mi mente no deja de darle vueltas...

Sentí un fuerte suspiro de molestia y un extraño conjuntos de sonidos provenientes de su lado.
Giré mi cabeza de nuevo para mirar por curiosidad y vi a Nick que se había levantado de la camilla para luego caminar hasta la mía y quedarse parado mirándome.

—¿Nick? —lo nombré confundida.

—Muévete.

—¿¡Qué!?

—Que me des lugar.

...

Me hizo sentir realmente extraña que se haya puesto tan autoritario de la nada, pero aun así no le rechacé, apartándome a un lado dejándole un espacio.

La cama estaba hecha para el promedio de altura general de animales, debido a ello me queda grande por no decir que yo soy pequeña, así que no fue un problema darle algo de espacio sin sentirme incomoda.

Él entró a la cama, se acostó a mi lado, se tapó hasta el cuello y optó por ponerse en una posición de costado provocando que me dé la espalda.
Me quedé perpleja al respecto.

Siempre conmigo (Nicudy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora