EL PRECIO DE MI ERROR

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Obito Uchiha el chico más popular de toda la facultad, su carácter no es muy bonita que digamos y ni hablar cuando se enoja, todas las chicas y Donceles quieren estar con él o al menos pasar una noche en su cama.

Para nuestro Uchiha es más fácil tener a todos y a todas comiendo de la palma de su mano ya que cuando el pide algo ellos lo cumplen sin objeciones ni rechistar, prácticamente la dignidad y orgullo de esos chicos se les va en un dos por tres.

- Lo siento ! - dijo un rubio doncel de ojos azules, pues por andar en sus pensamientos se chocó con un chico a lo cual ni siquiera conoce.

- No te preocupes dulzura - dijo el Uchiha mientras miraba al doncel con el que chocó de arriba hacia abajo sin descaro alguno, haciendo que el rubio se incomodara, pues la mirada de ese chico era demasiado penetrante, se iba a ir del lugar pero una mano lo detuvo.

- ¿ Eh ? - fue lo único que atinó a decir mientras lo miraba con el ceño fruncido no sabía a qué iba todo esto.

- ¿ No dije que podías irte o si ? - le preguntó en forma burlona mientras reía de la reacción del bello doncel.

En verdad odiaba a ese tipo de personas así que respiro hondo y contesto - ¿ Qué es lo que quieres ? -

- Directo al grano, me gusta; en ese caso quisiera poder invitarte a salir, una tan bella persona no se ve todos los días - el comentario solo hizo que se sonrojara nuestro rubio.

- No puedo, estoy ocupado y tengo planes, lo siento - se safo de su agarre y se fue lo más rápido posible a su salón.

El Uchiha se quedó pasmado un buen rato hasta que unas risas lo sacaron de su trance, frunciendo el ceño solo se limitó a mirarlos.

- Jajaja, no puedo creer que una persona se atrevió a rechazar al chico más cool de todo el lugar - fue lo que dijo Pain, su amigo desde la infancia.

- Hubieras visto la cara que puso cuando le dijo que no, ¡ Jajaja ! - dijo Konan la única mujer del grupo, todos empezaron a reírse claro excepto algunos.

- ¡ Ya callence ! Ese doncel sería mío y se arrepentirá de haberme hecho esto - decía enojado y con una cara maliciosa.

- Hummm, ya vamos a ver Obito, ahora camina que se nos hará tarde - decía Deidara un rubio explosivo mientras lo empujaba para que se moviera.

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Por otra parte Naruto llegó a su salón todo cansado y sin saber muy bien lo de pasó minutos antes, es decir que un chico te invite así de la nada a salir es raro.