EL PRECIO DE MI ERROR

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Namikaze Naruto un bello doncel rubio, a pesar de sus oscuridades pudo salir adelante y claro gracias a su mejor amigo Shikamaru su hermano del alma aunque no de sangre.

El día que se chocó con Obito y también el cómo se presentaron, sabía que no debía meterse con él porque se notaba a lo lejos que él no era una persona de fiar.

Kakashi otro popular al parecer solo que este era diferente a Uchiha, el sabia respetar a todos por igual ya sea chicas o Donceles y claro también varones, el problema era la advertencia que recibió de su parte y el de su amigo porque al parecer describieron una persona que no es.Uchiha era diferente cuando estaban juntos, se hicieron demasiado cercanos en estos dos mese al igual que con Hatake, estaba metido en un lío.

- Naruto te estoy hablando - su entrecejo se contrajo, pues al parecer su amigo estaba en las nubes y no lo escucho en lo absoluto.

- Perdón Shika estuve pensando en algo.

- ¿ Me dices lo que pensabas ? Así podré ayudarte.

- Es que desde que estoy conociendo más a Obito siento que es una persona diferente, es más él es demasiado divertido sé que me advertiste que no esté cerca de él pero en verdad quiero darme la oportunidad de conocerlo bien a fondo.

- Lo sé Naruto, pero no te dejes llevar es sólo una fachada que hace con todos; aunque me sorprende que esté siendo paciente normalmente solo bastaba hablar bonito en uno o dos días y conseguía lo que quería.

- Viste, el me dijo que quiere algo serio conmigo es por eso que nos estamos conociendo.

- ¿ Y que hay de Hatake ? - lo miro serio.

- ¿ Qué con él ? - no iba a negar que Kakashi era demasiado apuesto e inteligente todo lo que una chica o doncel quisiera, más sin embargo en este poco tiempo que pasaba más con Obito estaba ganando territorio con sus sentimientos y no quería eso puesto que aún no sabe sobre sus verdaderas intenciones.

- Se que te gusta, pero al parecer también te atrae Uchiha ¿ Qué harás ?

- Conoceré más a Obito, admito que es él quien me mueve el piso.

- Solo espero que no salgas lastimado y no juegue contigo.

- Descuida tendré cuidado hasta saber si es verdad lo que me dijo.

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- ¿ Y Obito ? ¿ Por qué te tardas tanto ?