En lo más profundo.

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Kyle abrió los ojos sintiendo como las lagañas hacían el proceso más molesto, no obstante, en pocos segundos sintió como una toallita húmeda pasaba por su rostro, obligándole a cerrar de nuevo los ojos, retirándole lo que le molestaba. Parpadeó, encontrándose con el rostro sonriente de Kip Drordy. Kyle le desvió la mirada, sin emitir palabra y sin hacer algún movimiento dejó que continuara con la limpieza de su cuerpo.

Cuando se detuvo en las esposas detrás de su espalda, Kip recorrió un poco esta para hacer la limpieza de su muñeca y después la volvió a colocar en su lugar, no sin antes untar un poco de pomada sobre ellas.

— ¿Qué deberíamos comer hoy? —preguntó, volviendo a mirarlo. Kyle seguía con la cabeza agachada. —Puedo preparar espagueti con albóndigas, a Ike le gustó mucho la última vez, hasta repitió plato. Pero si tu quieres algo más solo tienes que decírmelo, Kyle, lo conseguiré para ti.

No contestó.

—Supongo que no tienes energías hoy, ayer nos dormimos hasta tarde viendo ese maratón de películas. Ike también está cansado, pero ambos tienen que estirar un poco las piernas. —comentó. —Seguro que Ike está muy cansado para estudiar. ¿Deberíamos dejarlo dormir por hoy?

De nuevo, Kyle no emitió ninguna palabra.

—Sí, yo también creo que es lo mejor. —se contestó Kip. —Por un día no creo que pase nada.

Kyle lo miró de reojo, al notarlo, él le sonrió de nueva cuenta, contento de que al fin lo notara. La droga estaba comenzando a perder efecto en su cuerpo, por lo que se tendría que apartar rápido si no quería ser atrapado entre las piernas de Kyle y golpeado hasta la muerte. Aunque Kip no estaba tan seguro de si podría hacerlo todavía, sus músculos comenzaban a perderse debido a la falta de ejercicio y movimientos.

—Toma un poco de agua, Kyle. Pondré esa serie que nos gustó mucho de nuevo, ¿de acuerdo? —comentó, encendiendo el televisor pegado a la pared. Justo en la zona que Kyle no podía alcanzar debido a las cadenas. —Iré a ver a Ike un momento y después volveré para verla contigo, ¿sí?

Kyle asintió con la cabeza, perdido en algún lugar de su mente. Su cuerpo comenzaba a reaccionar, sin embargo, sus pensamientos aún estaban disociados. Kip se puso de pie, mirándolo con la boca fruncida al ver su ropa sucia, debido al vómito que el sedante le provocaba. Ike también tenía algo de ropa sucia, tendría que lavarlas, pero realmente quería pasar la tarde con Kyle. Seguro se sentía solo cada vez que lo dejaba y no podía estar drogado mucho tiempo, le haría daño.

Suspiró, nadie dijo que sería fácil. Sin embargo, en cuanto Kyle aceptara esa nueva vida llena de protección, entonces podrían vivir como una gran familia feliz.

Despertó del subconsciente aproximadamente una hora después de que Kip dejó la habitación, los ojos le pesaban, deseaba volver a dormir. Seguía atrapado en esas malditas cuatro paredes, atado a un pilar de madera grueso que limitaba sus movimientos por la habitación. Las esposas que el primer día se sintieron frías ahora parecían brindarle calor a su cuerpo, como si siempre hubieran estado ahí.

Perdió la noción del tiempo luego de la primera semana debido a la droga podría pasar una hora dormido o dos días enteros. Pasó los primeros días luchando hasta que su garganta se desgarró, Kip lo observaba en el marco de la puerta, listo con un montón de pastillas para cuando comenzara a escupir sangre o se lastimara con una de las cadenas; gritó el nombre de Ike hasta que de su garganta no salió otro sonido que no fuera un quejido y no obtuvo ninguna respuesta, hasta los momento de la cena, donde observaba a su pequeño hermano, mucho más libre que él en cuanto a movimiento, pero no así en su mente.

¿Por qué lo llaman amor cuando se llama sexo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora