Gracias al Destino [Fanfic]

3.- Un poco amable?.. No..

Hermione estaba horrorizada, no podía estarle pasando esto. Tendría que compartir dos semanas de su vida unida a Malfoy. Y su lado racional decía, que lo mejor era empezar de cero, que tendrían de alguna manera que llevarse bien, por que si no, en los días que vendrían se estarían cayendo al suelo constantemente y peleando. Y ESO SI QUE NO. Por que la profesora McGonagall había dicho que si tenían algún conflicto los expulsarían.

Por otra parte, Malfoy tenía pensamientos similares e igualmente horrorizados. Si su padre se enteraba que por su error iba a estar por dos semanas conviviendo con una Sangre Sucia, de seguro que lo mataba, o peor, no lo dejaba entrar al servicio del Lord Oscuro. Era el mayor anhelo de Draco servirle al Señor de las tinieblas. Había sido educado para que eso fuese. Tenia que ser un mortífago, y el chico se mostraba bastante insistente con eso, quería serlo lo antes posible. Pero su padre no lo había permitido, ya que estando en Hogwarts era muy fácil que alguien le viera la marca tenebrosa en el antebrazo, por lo que tenia que esperar a salir del colegio. Pero si lo expulsaban! Merlín sabía que si expulsaban a Draco, su padre lo mataría en vez de permitir que se uniese al bando de Lord Voldemort. Seria una vergüenza para su familia. Para él mismo, no podía permitir ser expulsado. No por culpa de una Sangre Sucia.

Metidos en sus pensamientos, los dos seguían de pie frente a la chimenea, en el centro de la habitación. De pronto Draco volvió en si, miro la cadena que los unía, luego comenzó a caminar hacia las butacas frente a la chimenea. Hermione fue sacada de su ensimismamiento a la fuerza ya que casi se cae al no darse cuenta que el rubio se alejaba de ella. Él se sentó en una de las butacas, apoyo el codo del brazo derecho, que era el que tenia libre, en el apoyabrazos y luego dejo caer su cara sobre su mano, con expresión enfadada y aburrida. A la castaña no le quedo más que sentarse en la butaca del lado.

Estuvieron largo rato en silencio, cada uno en su mundo, dando vuelta a mil y un pensamientos. Hasta que Hermione comenzó a bostezar.

-Malfoy - dijo la chica entre bostezos - tengo sueño, podemos acostarnos? - el chico la miro.

- Tan pronto ya te quieres acostar conmigo? Sabes? Las otras chicas por lo menos me coquetean un poco antes.. - dijo con una mueca de autosuficiencia.

- No seas estúpido - dijo poniéndose levemente colorada - jamás querría eso con alguien como tu.

- Claro... por ti.. Podrías follarte los libros.. Pero de tipos guapos.. Nada..

-Claro que no.. por su puesto que con un guapísimo me encantaría acostarme.. Pero como no veo ninguno por aquí, a menos que este escondido detrás de ti, y me lo tapes. Y estoy medio unida a ti, me gustaría poder DORMIR y así poder dejar de mirarte la cara de hurón, pero para eso tu también te tienes que acostar.

- No te pases de lista, Granger - dijo Malfoy muy enojado - O me encargare de que te expulsen en estos días.

- Basta ya! - dijo la chica. - Cállate de una buena vez.

Camino hasta su baúl lo abrió y saco su pijama, en ese momento, se dio cuenta que le costaría un mundo ponérselo.. y que tendría que desnudarse frente a Malfoy! Como se iba a cambiar de ropa ahí, o en cualquier lugar ya que él no podía estar a mas de 5 centímetros de distancia de ella! Como se ducharía!?

- Malfoy! Tienes que darte la vuelta para que me cambie! - grito Hermione

- Ni que quisiera verte.. - murmuro Draco por lo bajo

- Te escuche!

-Y? Que miedo que me hayas escuchado. Creo que llorare, lo último que quería en la vida era que escucharas mi comentario, Granger. Para que sepas no te miraría ni aunque fueses la ultima mujer del planeta! Podría vomitar con solo imaginarme la imagen patética que seria verte sin ropa... - Pero había llegado muy lejos. Por mucho que siempre la hubiese insultado, estaba pasando a llevar su orgullo de mujer. Era verdad que ella no era la chica mas agraciada del mundo, pero este ultimo año había crecido y se había desarrollado, y aunque nunca había tenido un novio formal, algunos pretendientes si había tenido. No podía ser tan fea y ni pasar tan desapercibida para un hombre. Unas lágrimas amenazaron con escapársele, pero su orgullo era mayor. Sabía que los días que vendrían serian difíciles. Y que tendría que soportar día y noche las pezadeces de Malfoy