Enamorada de un Playboy (En Pausa)

Capítulo 11

—Hay que sentarnos ahí —dijo Sarahí señalando los asientos del bus que nos llevaría de campamento.

Si ya sé, dije que no iba a ir, pero ya saben...

¡Te vendiste por Nutella!

¡Cállate Samantha!

Después de que mi querida conciencia delatara la razón por la cual vine, hice caso a la pelinegra y me senté en el asiento a lado de la ventana, amaba sentarme de ese lado, es una manía que tengo.

Todos los estudiantes entraron y el bus emprendimos nuestro viaje al campamento.

Llegamos al campamento y no estaba nada mal, pero eso no quita que haya insectos.

—¡Atención, chicos! -/—empezó a hablar el profesor encargado —Hay pocas cabañas así que dormirán de a cuatro —informó.

Estuvo nombrando los nombres de los estudiantes e indicándoles en que cabaña se iban a quedar hasta que escuché el mío.

Thalía Mackenzie, Erick González, Yanel Arzola, Max Rodríguez —¿Erick y Max? ¡¿En serio?! ¿Que hice para merecer esta tortura?.

—Hola, yo soy Yanel —se presentó la chica, ella era linda, su cabello castaño hacían exelente juego con sus hermosos ojos cafes.

—Hola, yo soy Thalía, pero puedes llamarme Kenzie —la saludé.

Fuimos a la cabaña, habían dos literas, dos baños y dos roperos.

—¿Te parece si yo duermo arriba? —le pregunté a Yanel mientras ella asintió con la cabeza.

—¡Listo! —grité una vez de haber acabado mi trabajo.

¿Los chicos? Ellos ni siquiera arreglaron y ya se habían ido.

—¿Damos un paseo? —propuso Yanel.

—Claro.

Salimos de la cabaña y ví como Sarahi se encontraba saliendo de su cabaña, la invitamos a dar un paseo con nosotras y aceptó.

—Sarahi, Yanel. Yanel, Sarahi —las presenté.

—Nunca entenderé tú forma de presentar a las personas Kenzie —se burló Sarahí haciéndonos reír.

Estuvimos caminando por un buen rato hasta que cada una se fue, Sarahí fue con su novio y Yanel fue por comida.

Me encontraba caminando sin rumbo cuando escucho el sonido del agua, me acerqué y vi a una hermosa laguna, me senté en una piedra que se encontraba en la orilla, y ahí estaba yo, relajándome, escuchando el sonido de las aguas y recibiendo el aire en mi rostro, se sentía tan increíble estar en ese lugar... pero ya saben todo lo bueno no dura para siempre...

—¡¿Qué te pasa estúpido?! —le grité molesta a Max, el muy idiota me habla arrojado a la laguna.

—Yo solo te vi ahí toda aburrida y decidí darte un poco de diversión, soy una buena persona ¿Verdad?

—¡Eres un idiota! —grité saliendo del lago.

—Y tú una gruñona.

—¡No soy una gruñona!

—Si lo eres.

Me fui a mi cabaña a cambiarme de ropa, no tenía caso seguir peleando con ese idiota, ¡Esta loco!, a veces pienso —"Si Max no fuera un idiota, quizá sería interesante".

Porque sin duda alguna Max es bastante guapo, pero no tiene nada de cerebro, es un estúpido.

Llegué a la cabaña, me di un baño, me coloqué mi pijama de bob esponja y me tiré en mi cama.