Tormenta Perfecta (RenGiyuu)

Colmillos

¡Felicidades, Rengoku-san!

Una reunión con el ocaso sereno y viento helado tras las montañas, la mayoría de los Pilares se agruparon por el seijin shiki* de Kyojuro. Muchos platillos fueron preparados, especialmente destacaba el sekihan, una comida tradicional que consiste en arroz mochi con judías rojas.

- Me alegra mucho que estén todos aqui- Declaro emocionado- ¡Muchas gracias!

La mirada estática de Uzui se poso en el rubio.

"¡Donde estas Tomioka!"

El peliplata tenia mas ansiedad por el omega que su propio alfa.

A poca distancia Giyuu se apresuraba en llegar, había demorado porque las esposas de Uzui invirtieron tiempo y dedicación en dejarlo sumamente apuesto para la ocasión.

" Es una ceremonia muy importante, tienes que usar un lindo traje"- Recordó la voz de Hinatsuru en su cabeza.

El segundo lunes de enero, era época de invierno; sin embargo el sol salió a alumbrar como si saludara al Pilar de la Flama.

Al llegar, el aire arrastro su aroma dulce y delato la posición del omega.

El rubio entreabrio los labios al contemplar su imagen pulcra, hermosa, perfecta y sonrió porque ahora su felicidad estaba completa.

Se había perdido en su mirada, hasta que sintió que alguien le tocaba el hombro disimuladamente.

- No lo tomes personal- Dijo Iguro- Olvide algo y me tengo que retirar.

Claramente estaba fastidiado por la presencia del Pilar del Agua.

- Entiendo, descuida- Respondió el de ojos dorados.

- Kanroji-san ¿Vienes conmigo?- 

- Aaaw, pero aun hay mucha comida, no me molestaría si te adelantas Iguro-san- Comunico sonriente, haciendo un ademan con las manos.

El Pilar Serpiente fue bateado y no le quedo mas que irse solo .

El resto de invitados compartieron junto al agasajado, entre charlas y anécdotas, mas la mirada del Pilar de la Niebla de vez en cuando buscaba a Giyuu, este hecho no paso por alto por Kyojuro.

No era el momento indicado de gruñir sobre la mesa, pero lo ansiaba.

Con sutileza la Pilar Insecto, hablo con el entre murmullos para calmarlo.

- Ten cuidado, a esta edad los colmillos pueden ser muy notorios y Tokito-san solo es un niño, ten paciencia por favor- Pidió con voz dulce y discreta.

El Pilar de la Flama asintió, con sonrisa enérgica, era consciente que entre los alfas suelen alargarse mas los caninos y sobretodo si es por marcar al omega. Se decía asimismo que debia ser seguro  y que su edad era una cifra de madurez.

Por otra parte el ojiazul estuvo pendiente del momento en que Shinobu susurro cerca del oído de su pareja, la curiosidad lo carcomía entero y se preguntaba porque el dejaba que tome esa confianza.

Un humo gris de tensiones se libraba de repente.

Kyojuro<Tokito<Tomioka<Kocho

El Pilar del Sonido tenia presente que no se podía confiar en la paciencia de un alfa y que su territorialidad era excesiva.

- Ya que es poco común que estemos todos aqui- Expreso con pose extravagante- ¿Por que no les cuento algo terrorífico antes de partir a cazar?

Era una propuesta interesante a la que nadie se negó.