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Souya quería llorar.
Sentía como sus labios eran acariciados por las grandes manos del hombre que tenía en frente. Su boquita fue abierta bruscamente y sintió como la boca ajena impactaba contra la suya.

Se sentía asqueado, intentaba apartarse lo más que podía, fracasando en el intento. Sintió como las primeras lágrimas comenzaron a caer, mojando la tela que le cubría la vista.

El cuerpo del hombre se apartó y Souya aprovechó de escupir, quería sacarte todo rastro de ese hombre.

-Ow, vamos lindo, no me rechaces, si podemos divertirnos bastante los dos.-escuchó como el otro hablaba, soltó un jadeo ahogado cuando sintió como su torso era manoseado por las manos ajenas.

-D-déjame, p-p-por favor.-decía en pequeños sollozos, moviéndose bruscamente de un lado a otro, intentando inútilmente en sacarse al contrario.

Escuchó a lo lejos unos pasos acelerados para finalmente escuchar el sonido de un disparo, seguido de una exclamación de sorpresa de otra persona.
Dejó de sentir las manos ajenas tocar su cuerpo y se sintió levemente aliviado.

No le duró mucho puesto a que sintió como unos pasos acelerados venían hasta donde estaba él. Se encogió en su lugar al sentir como la mano ajena le acariciaba suavemente y seguido se iba a su nuca,  con la finalidad de sacarle la venda.

-P-Por favor, no me haga nada.-habló en un pequeño susurro mientras sentía como la venda finalmente le fue arrebatada. Abrió sus ojos con sorpresa encontrándose con Rindou frente suyo. Iba a mirar a un lado, en busca del cuerpo del hombre de antes, pero una mano le impidió mover el rostro.

-No veas eso cariño, cierra tus ojitos mientras te termino de desatar.-le habló con su voz suave, mientras le daba un pequeño besito en la frente. Souya asintió sin chistar y cerro sus ojitos a la espera de que el mayor lo soltara.

-Haitani apresúrate, esos bastardos están empezando a venir para acá.-Souya se sorprendió al oír la voz de su hermano y abriendo los ojos como plato buscó con la mirada en donde se podría ubicar. Sintió cómo Rindou le soltaba las manos y seguido le volvía a sostener el mentón.

-Te dije que cerraras los ojitos, ya luego podrás ver a tu hermano.-Dijo con su típica voz demandante y seguido le dió un pequeño besito en la punta de la nariz. Souya en silencio se cubrió sus ojitos con sus manos.

Sintió como sus piernas eran liberadas y seguido como Rindou lo cargaba como si nada. Seguía con las mano en los ojitos, escuchó como unos pasos acelerados venían a lo lejos y cómo su hermano gritaba cosas cómo "malditos bastardos, me las van a pagar, nadie le pone un dedo a mi hermano en cima".
Su cuerpo temblaba levemente en el cuerpo de Rindou, el cual se encontraba caminando lo más rápido que podía a la vez que con una de sus manos sostenía el cuerpo de Souya y con otra soltaba disparos a la gente que se les intentaba acercar.

-R-Rindou-san..-habló con la voz débil el peli azul, mientras escondía su carita en el cuello del contrario.

-No abras tus ojos Souya, no mereces ver esto.-espetó el peli lila mientras lograba salir del lugar.

Llegaron al vehículo del peli lila, en dónde finalmente bajó a Souya y dándole un corto beso en la frente lo subió al auto. Rindou procedió a subirse él también y seguido vió como Ran y Nahoya también se subían, a los asientos traseros.

El peli lila manejó a máxima velocidad, alejándose lo más rápido que pudo de esos suburbios.

Ya iban por la carretera cuando Souya se atrevió a hablar, rompiendo el incómodo silencio que había que sólo lograba poner tenso el ambiente.

-¿Por qué ellos me llevaron hasta allá? ¿Qué es lo que querían?.-habló débil mientras subía las piernas al asiento para así abrazarlas.

-Dinero.-dijo con simpleza Ran.- Esas ratas siempre han intentado hacer todo lo posible para sacarnos dinero, una vez les dimos porque ya nos daba pena que siempre nos amenazaran con cuchillas que fácilmente se utilizaban para cocinar, pero no supieron utilizarla. Ellos son una pandilla famosa, se raptan gente a cambio de dinero.

Souya se estremeció en su lugar.

-¿Y qué pasa... si alguien no les da el dinero?.-se atrevió a preguntar, volteándose suavemente para poder mirar al Haitani mayor.
Ran tragó duro y miró al peli naranja, el cual se mantenía bastante serio para su gusto, este abrió uno de sus ojos y lo miró con curiosidad, el mayor suspiró.

-A muchos los violan y venden ese contenido en las páginas pornográficas a otros los torturan, golpean y una que otra vez han matado a alguien, todo lo graban y después venden ese tipo de contenido por internet.-A Souya se le deformó la cara y una de terror empezó adornar su lindo rostro. Volvió a sentarse con la vista al frente, miraba las luces de la carretera y el cielo estrellado que no se lograba apreciar por las luces.

-Necesito mear, detén el auto.-habló el peli naranja, con una voz completamente seria y fría. Rindou suspiró y decidió acatar la orden sin chistar.

Salió de la carretera y estacionó el vehículo cerca de unos matorrales. Smiley bajó rápidamente y caminó hasta detrás de uno de ellos para así poder orinar.

-Voy a fumar.-dijo el mayor se los Haitani, saliendo del auto.

-Te acompaño.-le respondió Rindou, quien volteó hasta Souya y lo cubrió con su chaqueta.- Intenta dormir, amor, fue un día difícil para ti.

Souya asintió sintiendo los ojitos pesados y seguido se acurrucó contra la chaqueta del peli lila, quien sonrió enternecido y le depositó un suave besos en los labios para posteriormente salir del auto a fumar con su hermano.

Souya asintió sintiendo los ojitos pesados y seguido se acurrucó contra la chaqueta del peli lila, quien sonrió enternecido y le depositó un suave besos en los labios para posteriormente salir del auto a fumar con su hermano

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capítulo más larguito, espero  q les haya gustado ♡

Bondadoso [RinGry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora