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Rindou se sentía abrumado, la pequeña motita de color azul que tiene enfrente tiene su cabeza hecha un lío. Quería corromperlo, hacerle daño, pero a la vez quería guardarlo en una cajita, que nadie lo mirase que sólo él pudiera tenerlo. Sentía que con él todos sus instintos primitivos salían a flote.

Pero también se sentía en calma. El menor le daba una paz difícil de descifrar. Le gustaba sentir su aroma que tanto le relajaba, se sentía como un hombre adulto normal, no como un maldito mafioso de mierda.

-Rindou-san, me haces daño.-habló suavemente el peli azul, viendo como el peli lila le sostenía fuertemente de la muñeca.

-Bésame Souya.-repitió, con su tono de voz que denostaba la desesperación que estaba sintiendo en esos momentos.

-Rindou.-habló firme el peli azul.- No puedo si me tienes agarrado tan fuerte de la muñeca.

El peli lila tembló un poco ante el repentino cambio de voz. Soltó lentamente la muñeca del contrario. Souya lo fulminaba con la mirada y soltó un fuerte suspiro.

-No sé que es lo que planea, Rindou-San.-habló nuevamente con su típico tono de voz amable, mientras rodeaba con sus brazos la nuca del contrario.- Pero supongo que no perdemos nada en hacer esto...

Dijo lo último en un susurro para después así juntar su labio con los del contrario.

Rindou se sorprendió de que Souya aceptara su capricho. Posó sus manos en la cintura del más bajo, acercando su cuerpo con la del contrario.

El mayor sintió como todo su cuerpo reaccionaba ante el roce del contrario. Se sentía como si fuese un adolescente de nuevo, con todas las emociones a flor de piel. Se había besado con muchas personas, pero ninguna le había hecho sentir todo lo que sentía en esos momentos.

La falta de aire se hizo presente, por lo que el peli azul se separó suavemente del cuerpo contrario, sintiendo como sus mejillas se coloreaban de un fuerte carmesí.

-L-Lo siento, h-hace tiempo no daba un beso así que me dejé llevar.-dijo apenado el menor, desviando la mirada y apartándose lentamente del lugar.

Rindou lo tomó con rapidez y delicadeza de la muñeca nuevamente, para atraerlo hacía su cuerpo en busca de darle inicio a un nuevo beso.

Fue turno de Souya de sorprenderse esta vez. Pero no tardó en corresponderle el beso.

Pasaron la noche de esa forma. Llena de pequeños besos inocentes y leves roces que no buscaban ninguna otra intención de por medio.

Rindou sentía que había perdido la cabeza por completo ante el peli azul y que en verdad no se arrepentía de hacerlo.

Rindou sentía que había perdido la cabeza por completo ante el peli azul y que en verdad no se arrepentía de hacerlo

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Cap cortito, espero que les esté gustando 🤗

Bondadoso [RinGry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora