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-¡Oh Dios! ¿Se encuentra bien?.-el peli lila levantó la vista hasta donde provenía la voz, encontrándose con una cabellera azul esponjosa que le era familiar. El chiquillo contrario a pesar de su normal rostro que denostaba enojo, tenía una mirada cargada de preocupación. Se agachó hasta quedar a la altura del peli lila y lo observó, viendo todos los golpes que tenía y como es que su pierna aún sangraba ante la apuñalada antes dada.

-E-Estoy bien enano, no te entrometas.-habló con tono molesto el Haitani, descolocando un poco al menor, quien en realidad le importaba poco lo que decía el contrario.

-Imposible que estés bien en ese estado, ven, te llevaré hasta el restaurant en donde trabajo para limpiarte esas heridas.-dijo para seguido ayudar a levantarse al peli lila, quien se encontraba sudando frío ya por la sangre perdida en su muslo.

El peli azul se pasó el brazo del contrario por su hombro y con sumo cuidado caminó hasta el local de comida que tenía junto a su hermano.

(...)

El peli azul ingresó por la puerta del personal, cargando consigo a un lastimado peli lila. Caminó hasta los camerinos y lo dejó sentado en uno de los asientos que había, para seguido ir a buscar el botiquín de emergencia que tenían en el lugar.

-¿Cómo se llama?.-le preguntaba el peli azul a la vez que mojaba uno de los algodones con un poco de alcohol para seguido acercarla al rostro contrario, y pasarlo con sumo cuidado por encima de las heridas del contrario.

-No te interesa.-dijo con tono de molestia el peli lila mientras dejaba que el menor le limpiara y desinfectara las heridas de la cara.

-Soy Souya Kawata.-dijo ignorando el hecho de que el contrario no quiso decirle su nombre, el peli lila tembló levemente en el lugar, claramente sabía quien era, para él era imposible olvidar el rostro de quien hace años atrás lo dejó noqueado.- ¿Te puedes bajar el pantalón? Hay que curar esa herida en la pierna antes que se infecte.

Rindou suspiró pesadamente y con harta dificultad se bajó los pantalones hasta dejarlos a la altura de su rodilla. Souya miró la herida con algo de preocupación, y con mucho cuidado desinfectó el lugar lo más que pudo para después poder vendarla con algunas gasas.

-Soy Rindou, Rindou Haitani.-dijo finalmente el peli lila, mientras veía como el peli azul detenía de golpe sus movimientos, dejando la herida a medio vendar y miraba con ojos de sorpresa y con algo de terror al más alto.

Oh no, en que se había metido el pequeño algodón azul.

Oh no, en que se había metido el pequeño algodón azul

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Bondadoso [RinGry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora