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¿Y si te sobreprotejo?
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P . O. V. Narrador omnisciente
Habían pasado ya unos cuantos meses desde que Langa supo la verdadera condición de Reki por sus repentinos mareos y vómitos, entre muchas otras cosas.
Ahora Reki cumpliría sus primeros tres meses, apenas se notaba algo abultado en su vientre, la pareja regocijaba de tan solo pensar que en unos cuantos meses ya, el pequeño retoño llegaría a la nueva familia Hasegawa-Kyan.
Para Reki las cosas eran normales, podía hacer todo normal sin ninguna molestia de por medio, aunque no se podría decir lo mismo del joven Hasegawa.
Veinticuatro horas al pendiente de su pareja, veinticuatro horas preguntando lo mismo. "¿Estas bien?", "¿No te falta nada?", "¿Tienes hambre?", "¿Tienes frío?", "¿El bebé está bien?". Miles y miles de preguntas similares, eran las que salían de la boca del medio canadiense.
Ok, estaba bien que se preocupara de la salud de Reki y le diera más de mil atenciones para ver si le faltaba algo, pero, algo de espacio estaría bien ¿No? Bueno, no es como si a Reki le incomodaba la presencia del canadiense, o lo sintiera desagradable, al fin y en cuentas era su pareja ¿No? Pero realmente agobiarlo y pegarse más a él era lo que le fastidiaba. ¡Por favor!, por lo menos estar tranquilo en el baño ¿Era mucho pedir?
