Parte 21

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Celo Omega

Drarry

(Alfa! Draco, Omega! Harry)

No entendía como es que Draco lidiaba con esto casi siempre, él ya estaba a nada de vomitar por el olor de tantas feromonas juntas, intentaba alejar sutilmente a las omegas de él pero estas parecían no entender las indirectas que les estaba dando.

—¿Un poco ocupado, Potter? — le preguntó con burla Draco a su novio, Harry. El rubio podía ver la cara de desesperación que tenía el azabache en el rostro, ante esto solo pudo reírse, por lo cual el mismo ojiverde le quedó viendo mal.

—Sí, y más si no vienes a ayudarme — masculló el ojiverde mientras veía mal a su novio. Draco se rió nuevamente pero esta vez sí se acercó a ayudarlo.

—Sí me disculpan necesito hablar un momento con Potter — le dijo el ojigris a las omegas que estaban al rededor de su novio, algunas lo voltearon a ver con desconfianza, pero otras lo voltearon a ver con alegría y picardía, que ilusas.

Malfoy agarró la mano de Harry para sacarlo de esa situación tan bochornosa en la que estaba, ya que estaban lejos de las miradas curiosas de los demás el azabache se lanzó a abrazar al ojigris y escondió la cabeza en el cuello de este inhalando su aroma más de cerca.

Draco tardó un poco en corresponder el abrazo del ojiverde porque no se lo esperaba, bueno sí, pero no tan cerca de las demás personas, en cualquier momento alguien podía acercarse y verlos.

—Ya, Hazz ¿estás bien? — preguntó Draco al azabache.

—No entiendo como puedes con todo esto, estaba a nada de vomitar de tantos aromas juntos — respondió el ojiverde y alejó su cabeza del cuello de este para poder verlo a los ojos con el ceño fruncido.

—¿Costumbre? — contestó con duda el ojigris.

—No sé que sea, pero en mi vida vuelvo a tomar supresores de aroma, no quiero que se me vengan tantas omegas encima — Draco solo rió ante lo que había dicho el ojiverde.

—Exageras, sí tú eras el que quería ver que se sentía ser alfa por un día — le dijo Draco al ojiverde con una sonrisa pretenciosa.

Porque sí, todo esto se había ocasionado a partir de que siempre que Draco llegaba a casa lo primero que hacía era acercarse a Harry para abrazarlo y poder llenarse del aroma del ojiverde, Potter veía un poco exagerado este comportamiento, porque ¿qué tan malo sería tener tantos aromas juntos? pues hoy había descubierto que sí era horrible oler tantos aromas combinados, a partir de ahora ya no juzgaría a su novio por su comportamiento diario.

La pareja se quedó un rato ahí platicando acerca de todo y nada, solo perdiendo el tiempo a espera que este evento se acabara, pero el ojigris notó algo raro, el aroma de Harry se comenzó a hacer presente a pesar de que este había tomado supresores.

—Harry sí tomaste los supresores de aroma ¿verdad? — preguntó el ojigris a Harry mientras olfateaba el aire corroborando que el aroma del azabache se sentía.

—Am... sí ¿por? — respondió Harry con el ceño fruncido.

—Creo que dejaron de hacer efecto 

—Eso es imposible, la única forma de que esos supresores dejen de hacer efecto es que estuviera entrando el ce- —Harry se cortó antes de acabar de hablar, porque sintió como el calor comenzaba a crecer en su cuerpo y sus piernas se volvían débiles, tuvo que apoyarse de Draco para evitar caer.

—Estás entrando en celo — completó el ojigris mientras sentía que sus ojos se dilataban al sentir mejor el aroma de Harry.

Antes de que perdiera la razón Draco sacó su varita y los teletransporto a ambos a casa, en momentos como estos amaba el entrenamiento que le habían dado para ser inefable.

Tal vez se fueron de la fiesta sin avisar, aunque estaba seguro que nadie se daría de que ya no estaban ahí, pero en realidad a Draco nada de eso le importaba ahora, en este momento solo tenía en mente ayudar a Harry con su celo.



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